«Fin» combina la película de reunión de viejos amigos con la moda apocalíptica
M. I. | DONOSTIA
La productora Apaches Entertainment está apostando por un cine exportable, que incluso pueda llegar hasta el mismísimo Hollywood. El éxito internacional de «Lo imposible» compensa la acogida no tan mayoritaria a «Intruders», o el riesgo que implica una ópera prima como «Fin», con una ajustado presupuesto de cinco millones de euros.
Jorge Torregrosa es un alicantino formado en EE.UU., y que procede de la realización de series televisivas y cortometrajes. Ha contado con el típico reparto de rostros televisivos enfocados hacia la audiencia juvenil, al que se le ha añadido la presencia más experimentada de Maribel Verdú para intentar darle credibilidad al conjunto.
«Fin» no terminó de convencer en su presentación en el Festival de Sevilla como película inaugural. Combina el subgénero de reunión de viejos amigos con la moda apocalíptica, funcionando mejor en el primer apartado que en el segundo. Quiere exprimir un misterio que al final no lleva a ninguna parte por su indefinición distópica.