Las asociaciones vecinales de Barakaldo exigieron ayer el «cierre permanente» del embalse de Oiola «por no poder garantizarse la sanidad y calidad del agua de consumo». En caso de que sus demandas no sea atendidas, estos colectivos de la localidad de Ezkerraldea anunciaron que emprenderán nuevas acciones «legales, judiciales y administrativas para pedir la desconexión del embalse y tratar de garantizar un abastecimiento de agua potable sana y de calidad para toda la población».

En rueda de prensa, recordaron que el pasado domingo volvía a saltar la alarma en el caudalímetro que mide las aguas del embalse, cerrándose inmediatamente el suministro. Otro suceso que «recuerda la fragilidad del embalse de Oiola como fuente de abastecimiento de agua potable».

Contaminación

Este peligro estaría fundado en que este pantano «arrastra de forma habitual contaminación de HCH», una sustancia química, también denominada lindano, «calificada como peligrosa, persistente y bioacumulativa, superando, incluso, los límites legales».

Ante este riesgo, las asociaciones vecinales pidieron «la desconexión permanente del pantano de Oiola de la red de abastecimiento de agua potable», al menos «hasta que no sea identificado y suprimido el foco contaminante y limpiados todos los lodos contaminados con HCH del embalse».

Para conseguir ese objetivo, la plataforma ciudadana tiene pensando iniciar acciones legales ante las administraciones responsables y ante los tribunales.

Esas acciones cristalizarán en la solicitud formal en vía administrativa del cierre permanente del embalse, que interpondrán ante el Ayuntamiento de Barakaldo, ante el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia -responsable de la gestión del pantano-, ante Sanidad de Lakua y ante la Agencia Vasca del Agua (URA).