El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, acusó a las FARC de «manejar un doble discurso. Mientras. por un lado. pronuncian discursos y se comportan como celebridades ante los medios de comunicación, por otro, tienen a una gran cantidad de muchachos viviendo en condiciones terribles y niegan los crímenes cometidos, como el narcotráfico». «Esto evidencia que hay un doble discurso y una actitud casi mentirosa, que es difícil de comprender», manifestó en una rueda de prensa.

Sin embargo, Pinzón rehusó confirmar si, tal y como han dicho altos cargos militares, la guerrilla ha roto la tregua unilateral que decretó el martes en La Habana y vigente hasta el 20 de enero. «Tenemos evidencias de que han incumplido su palabra, una palabra que no han empeñado con nosotros, porque no hemos hecho ningún acuerdo con ellos, sino con el pueblo colombiano», declaró, por su parte, el comandante de las Fuerzas Militares, el general Alejandro Navas. El comandante de la Fuerza de Tarea Apolo, el general Jorge Humberto Jerez, aseguró que guerrilleros activaron un campo de minas antipersona en el municipio de Caloto, en el departamento de Cauca, al paso de una patrulla militar.

Esta denuncia del Gobierno se produce después de que un grupo de guerrilleras de las FARC e integrantes de la mesa de diálogo advirtiera desde la capital cubana de las coacciones y amenazas que está recibiendo una compañera en Colombia. En una declaración leída poco antes de iniciar la tercera ronda de conversaciones con el Gobierno, Bibiana Hernández aseguró que policías «disfrazados de civiles están amenazando a la guerrillera Mireya con arrebatarle los hijos menores de edad si no revela la ubicación del comandante Francisco González, jefe del bloque Alfonso Cano».

Ayer fue jornada de descanso, ya que, según la metodología acordada, la mesa conjunta de diálogo se reunirá durante tres días consecutivos al cabo de los cuales habrá una jornada de receso para presentar a las delegaciones los puntos acordados. Esta primera ronda aborda el problema agrario.

El presidente, Juan Manuel Santos, reconoció que las conversaciones en Cuba «nos van a llevar a tomar decisiones complejas, que se presentan cuando se quiere resolver un conflicto, dónde se traza la línea entre justicia y paz, es la decisión que debe tomar una sociedad que está interesada en solucionar un conflicto como el que hemos tenido durante tanto tiempo».