La Policía niega la elaboración del informe que acusa a Mas y Pujol
La campaña del diario «El Mundo» y de quien haya filtrado el supuesto informe policial sobre la corrupción de Artur Mas y Jordi Pujol se desploma a marchas forzadas. Ayer la Policía negó la elaboración de dicho informe, mientras que la Fiscalía catalana abrió investigaciones contra el diario madrileño. En el Congreso, los votos del PP y UPyD evitaban la comparecencia de los ministros Fernández Díaz y Montoro.
Beñat ZALDUA | BARCELONA
Si su objetivo era provocar el hundimiento del candidato a la reelección, Artur Mas, el tiro les está saliendo por la culata. A solo tres días de las elecciones, las sombras que «El Mundo» ha querido arrojar -a través de un supuesto informe policial- sobre un presunto enriquecimiento ilícito de Mas, Jordi Pujol y otros dirigentes convergentes, comenzaron a desvanecerse desde diferentes frentes.
El testimonio más importante, probablemente, fue el del jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF) de la Policía española, a quien el diario madrileño otorgaba la autoría del informe. Según recogieron varios medios catalanes, en su comparecencia ante el juez del «caso Palau» -en el que se enmarcan las acusaciones-, el jefe de la UDEF aseguró que no han elaborado ningún informe sobre Mas y Pujol y que la investigación se dio por finalizada al acabar y entregar al juez el informe del pasado 24 de mayo.
No fue el único elemento que ayudó a sembrar la duda sobre un informe que nadie en el Ministerio español de Interior encuentra. Por la mañana, la Fiscalía Superior de Catalunya anunció la apertura de diligencias contra «El Mundo», por un presunto delito de calumnias en las informaciones del diario de Pedro J. Ramírez, que califica de «falsas». El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, consideró «inadecuado» abrir diligencias contra «El Mundo».
«No existe en la causa ni en ningún informe policial ningún dato que indique o sugiera que el president de la Generalitat recibiese dineros de contratistas de la obra pública, ni ningún dato sobre la titularidad de una cuenta en el extranjero», recoge el escrito de la Fiscalía.
Para acabar de enredar las cosas, los diputados del PP y de UPyD evitaron también ayer que los ministros de Interior y Hacienda, Jorge Fernández Díaz y Cristóbal Montoro respectivamente, compareciesen -a petición de CiU con el apoyo del PSOE- ante el Congreso de los Diputados a rendir cuentas sobre la filtración y el supuesto informe policial.
¿Y las dimisiones?
En una entrevista realizada a primera hora de la mañana en la radio, Mas apuntó directamente a la cúpula del Gobierno como responsable de la campaña de «El Mundo». «Rajoy no es ajeno. Es la estrategia del PP de Cospedal, Montoro y Rajoy. Todos están implicados en esta operación de intentar cambiar la voluntad del pueblo», sentenció Mas, quien aseguró que dimitiría en caso de que se probasen las acusaciones.
Mas señaló también que en otros países «de tradición democrática» ya hubieran habido dimisiones y calificó la campaña como propia «de una época predemocrática». «Da miedo vivir en un Estado así», concluyó.
Ni tanto ni tan calvo
Las acusaciones contra Mas han monopolizado los últimos días de campaña electoral y aunque el desmontaje de la información de «El Mundo» podría acabar beneficiando a la víctima del montaje, en este caso Mas, también ha servido para traer a colación algunos casos de corrupción que afectan a CiU y que hasta ahora se habían silenciado a lo largo de la campaña.
Conviene recordar que, por ejemplo, Convergència está implicada en el mismo «caso Palau», a través del cual podría haberse financiado ilegalmente. De hecho, el partido entregó las escrituras de su sede central como aval a la fianza de 3,3 millones de euros impuesta por el juez.
El descontento de parte de la población con dichos casos de corrupción se visualizó anoche en Barcelona, con una manifestación que recorrió el centro de la ciudad contra los recortes, la represión y la corrupción de CiU. La marcha acabó precisamente en el Palau de la Música.
El presidente del grupo de hemoderivados Grifols, Víctor Grifols, recibió ayer un premio de mano de la Asociación Española de Analistas Financieros. Su discurso, sin embargo, no fue el que acostumbra a escucharse en foros como este, ya que Grifols -cuya empresa es una de las más importantes del mundo en su sector- declaró que no se ve «capaz de continuar invirtiendo en España» y añadió que, en caso de marchar de Catalunya, no se iría a Madrid. «Antes me voy a Gibraltar», sentenció.
«O cambian las cosas, o lentamente nos iremos marchando desde España hasta EEUU», aseguró Grifols, que argumentó que no es porque las condiciones laborales o salariales de allí les sean más favorables, sino porque allí se garantiza «una cosa tan trivial como el agua». «Grifols no invertirá aquí mientras no tenga agua», declaró, en referencia a su sede en Parets del Vallès.
Grifols repartió a diestro y siniestro. Tanto a la Administración española como a la catalana, asegurando que «no puede depender» de un país en el que es el Gobierno el que fija el precio de los medicamentos «y encima no paga». En general, criticó un Estado en el que «la monarquía empieza a patinar», los sindicatos «no saben qué hacen», las autonomías «son accesorios que encima molestan» y existe un Senado que «no se sabe para qué sirve».
Concluyó que «se ha roto la máquina» de la democracia, aunque concedió que Catalunya «está adquiriendo este concepto» y poniendo de manifiesto, con su postura, que «hay que parar máquinas» para solucionar los problemas y volver a empezar. GARA
El líder de Syriza, Alexis Tsipras, participó ayer en un mitin junto al candidato de ICV-EUiA, Joan Herrera, mientras que Sinn Féin, mediante un vídeo, expresó su apoyo a ERC para las elecciones.
