Tras semana y media de campaña, ¿le preocupa que los niveles de abstención sean elevados?

Me preocupa que haya abstención, evidentemente, pero no sé hasta dónde podremos llegar. Estamos trabajando, visitando todos los centros, reuniéndonos con todos los colectivos e intentando promover la participación y convencer de nuestro proyecto. Tradicionalmente en el alumnado no suele haber mucha participación, sin embargo en el profesorado y el personal de administración y servicios siempre es muy alta. Bueno, esperamos que la gente se anime, porque es muy importante que la universidad como institución salga reforzada de este proceso.

¿Y que el nivel de voto en blanco sea alto, lo que supondría un voto de castigo a su gestión?

Eso es lo que precisamente pretendemos conseguir que no ocurra. Hemos hecho un buen equipo, tenemos un buen proyecto y los estamos dando a conocer para que nos respalden muchísimos votos afirmativos. Cuando uno se presenta a unas elecciones, se pone en manos de las personas que tienen capacidad de voto y nosotros aceptaremos los resultados que haya.

En su programa se echa en falta una referencia más expresa a impulsar el convenio de colaboración con la UPNA.

Este mandato, hemos conseguido firmar un convenio con la UPNA, entre otras universidades que utilizan el euskara, y lo hemos liderado. Lo que ocurre en el proceso relacionado con la región Euskadi-Aquitania-Navarra, es que Euskadi y Aquitania siguen adelante pero Navarra se ha desmarcado un poco. Estamos trabajando en el campus transfronterizo con las universidades de Burdeos y Pau, con los centros que tienen en Iparrralde, y esa es una manera de seguir cohesionando al país. En el momento que se puedan dar pasos con la UPNA, los daremos. Con la Universidad Pública de Navarra, tenemos máster en común, grupos de investigación, hay movilidad entre nosotros y es mucho más fácil construir desde la base que con acuerdos- marco a nivel superior.

Desde la autonomía universitaria, ¿no sería más fácil superar esas trabas de índole político?

Tenemos una actitud proactiva en ese ámbito. Lo que pasa es que es difícil cuando uno quiere hacer un acuerdo que implique actuaciones que tienen que ver con decisiones de consejeros de Educación; eso es mucho más complicado.

¿Los recortes impuestos pueden condicionar el rejuvenecimiento de la plantilla?

La política de recortes la rechazamos de plano, porque no solo tiene que ver con el rejuvenecimiento de la plantilla, influye en el progreso de la Universidad. Los reales decretos ley lo que están haciendo es impedir que los avances que ha tenido la UPV-EHU puedan tener continuidad, y eso es muy grave, porque defendemos el valor de la universidad pública y si no podemos mejorarla, como venimos haciendo. Del parón que va a haber, va a costar mucho recuperarse.

¿También puede condicionar el proceso de euskaldunización?

Hay que diferenciar entre un conjunto de medidas que vienen impuestas desde el Gobierno español y las posibilidades que tenemos de trabajar con el Gobierno Vasco y hacer uso de las herramientas propias. Ahora mismo tenemos acordado y en vigor un Plan Universitario con el Gobierno Vasco, mientras no perdamos nada de lo que allí se dice, no veo problema para avanzar en la normalización del uso del euskara. De hecho, llevamos una progresión en los últimos años que es muy importante en todos los ámbitos, sea en el número de profesores bilingües, la producción de tesis en euskara y material docente en euskara, sea la oferta docente en grados, tenemos que mejorar en los postgrados.

Ante los recortes, ¿hay posibilidad de plantar cara a Madrid?

La cosa es complicada, ya ha habido un plante de todos los rectores al ministro Wert hace bien poco, es la primera vez que ha pasado en la historia de la democracia española, y no ha servido para nada porque existe un Parlamento en España con una mayoría y no necesita que los rectores le ayuden o no porque tiene la mayoría suficiente. Desde ese punto de vista es complicado que a los rectores podamos plantarles cara, porque siempre tiene la posibilidad de ir al Parlamento y sacar adelante lo que le diga. Las universidades formamos parte del entramado institucional y nos toca trabajar en él. Al rector le toca trabajar como un representante de una institución que es, lo que sí es cierto es que dentro de nuestra autonomía sí que tenemos que buscar las formas mejores de responder ante las medidas que hay y en eso estamos.

Usted ha manifestado que la eliminación de la extra es «humillante». Distintas instituciones del país están proponiendo sus alternativas, ¿qué fórmula va a adoptar la UPV-EHU?

Me hubiera gustado que hubiese habido una respuesta única de todas las instituciones del País Vasco. A día de hoy [por ayer] no tengo ningún informe jurídico que posibilite el pago de la paga extra en diciembre y hasta hoy no tenía conocimiento de ninguna institución que lo tuviera hasta que he podido ver en la prensa que hay un informe que parece que tiene el Gobierno Vasco; no lo conozco. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para minimizar el no abono de la paga extra.

Si hay un informe legal que da posibilidad para pagarla, lo vamos a usar porque hemos hecho una gestión rigurosa y tenemos liquidez para hacer frente a la paga, no como otras universidades. Si no hay ese informe legal, buscaremos los caminos y hay una posibilidad, que es el adelanto de la paga de junio a los primeros días de enero y la de diciembre a junio, y tenemos todo un año para pensar cómo actuamos en diciembre.

El no abono de la paga extra es injusto y una medida muy desmotivadora para una universidad donde el conjunto de los trabajadores y trabajadoras hemos ido haciendo lo que nos tocaba, cumpliendo los compromisos y avanzando en todos los ámbitos de nuestro trabajo.

El alumnado va a sufrir el incremento de las tasas universitarias, ¿eso no va en contra de la igualdad de oportunidades?

Somos una de las pocas universidades que ha tenido un incremento de las tasas del IPC. Esa decisión le compete al Gobierno Vasco dentro de una horquilla que marca el Ejecutivo español; es decir, ni el rector ni su equipo las deciden. Defiendo que la subida no puede nunca olvidarse de una política de becas. La subida que ha habido en la primera matrícula no tiene nada que ver con incrementos en otras universidades de hasta el 60%. Si una persona tiene capacidad académica para acceder a la Universidad, tenemos que buscar la forma en que su condición económica no se lo impida.

En materia de investigación, se avanza en el espacio de colaboración con otros agentes públicos y privados. ¿El control de la UPV-EHU se diluye?

Somos el agente más importante en cuanto a producción científica en el País Vasco. Ese liderazgo lo debemos mantener con la independencia y la autonomía universitaria para efectuar la investigación según nuestros propios criterios. Aquí hay que respetar la autonomía de los grupos de investigación, que tienen la posibilidad de orientar su trabajo en los ámbitos y las colaboraciones que ellos consideren. El hecho de que hablemos de investigación cooperativa, que es muy importante por la idea de auzolan, no quiere decir que perdamos nuestra independencia para hacer investigación y capacidad de orientarla.

Ante la cerrazón del Ejecutivo español a permitir que los alumnos presos estudien en la universidad que usted dirige, ¿qué está dispuesto a hacer?

Hemos llegado hasta el Tribunal Constitucional y hemos ganado, siendo el mejor ejemplo de lo que estamos dispuestos a hacer, sin duda. La educación es un derecho y está recogido hasta en las propias leyes penitenciarias. Por tanto, seguiremos trabajando para que los alumnos presos que así lo deseen puedan estudiar en nuestra universidad. Hoy en día, los alumnos que están presos en cárceles fuera del Estado español ya se pueden matricular y lo que estamos intentando es que haya un acuerdo con Instituciones Penitenciarias, que nos permita matricular presos en cárceles españolas. Estamos dispuestos a firmarlo y además la sentencia del Constitucional dice que es posible, ahora depende de la otra parte.

¿Llegará el curso en que los niveles de grado de Medicina e Ingeniería podrán impartirse todos en euskara?

Medicina e Ingeniería son profesiones muy vocacionales y en las que nuestros titulados tienen más facilidad para encontrar trabajo. Hemos sacado muchísimas plazas, todas bilingües y no las podemos cubrir, incluso hasta tres veces hemos intentado hacerlo con profesorado bilingüe y no lo conseguimos. Finalmente, hemos tenido que dar esas asignaturas en castellano después de ese esfuerzo. No es porque no lo intentemos.

¿Para cuándo el nuevo plan director de euskara? ¿Sus retos

El actual plan acaba en diciembre, el Consejo de Gobierno aprobó la prórroga para el próximo año y tenemos todo ese tiempo para hacer el nuevo plan director, que entrará en vigor en 2014, si nos votan. El reto es seguir dando pasos en la normalización del uso del euskara. Conseguir que nuestros alumnos cuando salgan de clase, sigan hablando en euskara. Las personas que más nos demandan la formación en euskara, en cuento salen del aula, están hablando en castellano.

Todo el mundo mira estos días a Catalunya. Tras el pronunciamiento soberanista del Parlament, el Consejo de Universidades Públicas se adhirió. En el nuevo escenario abierto en Euskal Herria, ¿qué va a aportar la UPV-EHU a ese nuevo tiempo?

En la Universidad, como motor del cambio, tenemos personas que pueden desde el debate, la crítica y la proposición científica aportar muchísimo y quizás ahí tengamos que dar pasos. La potenciación de uno de los puntos de nuestro programa, que es el foro «EH gunea», un punto de encuentro entre la sociedad y la Universidad, es una de las herramientas que tenemos. Hacer valer nuestro criterio académico es importante, aunque por supuesto el criterio político tendrá que marcarnos el camino aunque muchas veces el académico puede orientar al político.

En debates estratégicos como la política fiscal o la gestión de los residuos, ¿podría adoptar una posición como institución?

La UPV-EHU es una especie de laboratorio del País Vasco y en ella hay todo tipo de posturas, que se posicione como tal ante un tema que la propia sociedad no se pone de acuerdo, es muy complicado. La aportación verdadera es precisamente crear criterio, opinión fundada en una reflexión académica, aunque puede llegar un día en que el Claustro, por unanimidad, se pronuncie sobre un asunto.