En los próximos días se decidirá sobre la revalorización de nuestras pensiones. Cada vez más pensionistas tenemos dificultades para hacer frente a los gastos diarios. En 2011, nos congelaron las pensiones y con ello perdimos un 2,4%. En 2012, nuestras pensiones han estado por debajo del IPC, un 2,50 % menos. En los dos últimos años llevamos acumuladas una pérdida de casi un 5%.

Pero la realidad es aún más cruda. Ha subido el injusto IVA, que ha afectado al 60% de los productos básicos como la alimentación. El gas lo ha hecho en un 8% y el butano un 19%. La electricidad lleva acumulada una subida del 70% en los últimos 6 años. En sanidad, el repago y 420 medicamentos,que antes eran financiados por Salud, ahora los tenemos que pagar al 100%.

Nos dicen que la media de las pensiones va subiendo. Pero detrás de ello se esconde otra realidad. En Navarra, el 58% de las personas pensionistas cobran por debajo de los 700 euros. Son casi 70.000. Pero, si además. estos datos los analizamos por sexos, veremos que entre las mujeres pensionistas de Navarra, el 77% de ellas cobran por debajo de los 700 euros.

¿Se puede llevar una vida digna con unas pensiones así? ¿Se puede hacer frente al aumento progresivo de los gastos que la enfermedad o la dependencia trae consigo cuando se recortan, al mismo tiempo, los servicios públicos?¿Se puede estirar aún más estas pensiones, cuando son cada vez más los familiares que dependen de nuestras pensiones por la creciente desprotección social que los gobiernos están provocando?

Las políticas y decisiones que se están tomando en Madrid están jugando con las personas pensionistas. Nada dicen sobre la revalorización, siembran la confusión con la posibilidad de utilizar otro tipo de IPC para colar una falsa revalorización, se asusta a las personas pensionistas con la inseguridad de verse con pensiones cada vez más bajas.

Se trata de un juego cruel de quienes con el tiempo, parte o todo del sistema de pensiones , parte o todo de las cotizaciones sociales, lo quieren poner en manos de la Banca. A pesar de vivir y trabajar aquí, las decisiones sobre nuestras pensiones se toman en los despachos de Madrid. Y por ello, exigimos que nuestras pensiones se garanticen aquí. El Gobierno de Navarra no puede rehuir la cuestión central. No se trata sólo de revalorizar nuestras pensiones en base al incremento del IPC. Se trata de conformar un sistema que asegure unas pensiones dignas, que corrija las desigualdades sociales y que no deje caer a ninguna persona mayor y pensionista en la pobreza y la exclusión.