Los mercados fueron incapaces de rentabilizar el acuerdo alcanzado sobre la deuda griega, y los ánimos que se vivían al comienzo de la sesión se terminaban enfriando al conocerse las negativas previsiones de la OCDE para los países de la zona euro -para el Estado español espera una caída del 1,4% del PIB y un paro del 26,9% el próximo año-. En el otro lado del Atlántico, y pese a los primeros datos sobre la mejora de la confianza de los consumidores, Wall Street registró un descenso moderado por las dudas existentes respecto a la resolución del «abismo fiscal», es decir, el recorte automático y mecánico del gasto público si no hubiera un acuerdo político de aquí a fin de año.

Con estos ingredientes, el Ibex quedó finalmente por debajo de los 7.900 puntos, tras perder un 0,14%, y hoy arrancará desde los 7.863,70 puntos. En Europa, solo bajó Milán, el 0,26%, mientras que Fráncfort avanzó el 0,55%; Londres, el 0,22%; y París, el 0,03%.

En el Ibex, todos los grandes bajaron: Repsol, el 1,23%; Iberdrola, el 0,90%; Telefónica, el 0,88%; Inditex, el 0,49%; BBVA, el 0,11%, y Banco Santander, el 0,07%. La mayor caída entre las empresas del selectivo correspondió a Gamesa, el 2,46%, en tanto que Acerinox se depreció el 1,92%; Bolsas y Mercados Españoles perdió el 1,78%, y Endesa, el 1,36%.

Banco Popular, cuya ampliación de capital concluye hoy, lideró las subidas del Ibex al ganar el 6,10%, en tanto que Bankia avanzó el 4,95%, superando el euro por acción, un día antes de que el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, explique los planes para sanear la entidad.