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NUEVO CASO DE VIOLENCIA MACHISTA EN EUSKAL HERRIA

Estupor en Araia al morir una mujer a manos de su marido, luego ahorcado

Dos días después de la movilización contra la violencia machista, esta lacra vuelve a sacudir a Euskal Herria. La Ertzaintza encontraba ayer el cadáver de una mujer de 65 años, Tere Egurrola, en Araia. Presentaba un fuerte golpe en la cabeza y apareció sobre su cama. El marido de la víctima, autor del crimen según la única hipótesis policial que se baraja, se ahorcó con posterioridad. El vecindario se mostraba estupefacto.

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Ion SALGADO | ARAIA

Conmoción, sorpresa e indignación. Con estas palabras se puede resumir el estado de ánimo de los vecinos de Araia, que ayer despertaron consternados por la muerte de Tere Egurrola, la última víctima de la violencia machista en Euskal Herria. Su marido, presunto responsable de la muerte, decidió acabar con su vida ahorcándose con una cuerda sujeta a una viga.

La noticia saltó a la cabecera de los medios digitales poco después de las 9.00, cuando una persona avistó el cuerpo de Jesús Pereda, que colgaba sin vida de un balcón. A los pocos minutos hicieron su aparición las primeras patrullas de la Ertzaintza, que, tras acceder al interior de la vivienda, encontraron el cadáver de Egurrola. Según explicó el Departamento de Interior, el cuerpo de la mujer, de 65 años y natural de Araia, se encontraba sobre la cama del dormitorio y presentaba signos de violencia.

A partir de ese momento el cruce de la calles Etxabarri e Intuxi, situado a pocos metros de la vivienda de la víctima, se convirtió en un punto de encuentro para periodistas y para vecinos que no podían creer lo sucedido. Todos los congregados observaron atónitos el cadáver de Pereda, que no fue retirado hasta cerca de las 13.00, cuando los responsables judiciales aprobaron el traslado de los dos cuerpos sin vida.

En cuanto al arma empleada por el marido para acabar con la vida de su esposa, el diputado general de Araba, Javier De Andrés, avanzó que el agresor uso un hacha para golpear a la víctima, que presentaba un fuerte golpe en la cabeza. Esta noticia confirmó los rumores extendidos horas antes por algunos medios de comunicación y dejó perplejos a los vecinos de Araia.

«Querida y sencilla»

La muerte de Egurrola sorprendió a los asparrendarras, que no ocultaron su sorpresa y su malestar por la muerte de una mujer «querida y sencilla». Como los propios vecinos explicaron a los medios, la fallecida y su presunto agresor tenían tres hijos adultos y hacían una «vida normal» en la localidad.

Una vecina de la calle Intuxi destacó que la víctima era una persona «muy simpática», que había retornado al pueblo con su marido, tres años mayor que ella, tras jubilarse. Según explicaban, la pareja residió en Gasteiz durante décadas. Sin embargo, hace en torno a «cinco o seis» años ambos cónyuges decidieron establecerse en Araia, junto a la casa donde residió de joven la fallecida, de manera permanente.

Asimismo, dos hombres que observaban desde la lejanía lo ocurrido detallaron que, al contrario que su mujer, que solía dejarse ver por el pueblo y acudía con regularidad al gimnasio, Pereda era un hombre callado. No obstante, esa conducta reservada, que no levantaba recelos entre los vecinos, no parecía afectar a su vida de pareja, ya que era bastante frecuente verlos pasear por los montes que delimitan la muga entre Araba y Gipuzkoa.

Esta supuesta normalidad, advertida por los residentes en la zona, hizo que muchas personas manifestaran con tristeza su desconcierto absoluto. «No sabemos que ha podido pasar», subrayó un grupo de mujeres que comentaba la noticia junto a la puerta de una vivienda.

Incluso el alcalde de Asparrena, Diego Gastañares, presente desde primera hora junto a la casa de la víctima, se mostró «conmocionado» por lo ocurrido. Como él mismo manifestó, la mujer y su agresor formaban parte de una familia conocida en el municipio. «Gente sencilla, gente normal», relató.

«En Araia nunca había ocurrido algo así, por eso nadie sabe que decir ante lo ocurrido. Ahora solo podemos esperar a ver que nos dice la Ertzaintza», afirmó en declaraciones a GARA el primer edil, que admitió que la muerte de Tere Egurrola ha caído como «una losa» sobre una localidad que apenas supera los 1.200 habitantes.

A las 13.00, mientras la hipótesis que apuntaba a un posible caso de violencia machista tomaba fuerza total y se situaba como la única posible, el Gobierno local de Asparrena, en manos de Bildu, anunció la celebración de un pleno extraordinario y convocó una concentración popular para mostrar la repulsa de la ciudadanía ante lo ocurrido. La cita, que tuvo lugar a las 18.15, estuvo encabezada por una pancarta en la que se leía el lema «No a la violencia contra las mujeres».

Respuesta institucional

Horas antes de la concentración, Emakunde encabezó la respuesta institucional a este último caso de violencia machista. En un escueto comunicado, el Instituto Vasco de la Mujer condenó la muerte de Egurrola y recordó que la violencia de género es «el símbolo más brutal de la desigualdad entre mujeres y hombres en nuestra sociedad».

Por su parte, desde Lakua la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género hizo pública repulsa por lo ocurrido. «Debemos levantar la voz, una vez más, contra la violencia machista que constituye un bárbaro atentado contra los derechos fundamentales», añadió.

En representación de la Diputación de Araba, De Andrés dijo que «llena de consternación ver este tipo de crímenes. Muestro mi solidaridad con todas las mujeres que sufren el acoso de sus parejas», sentenció.

Apoyo sicológico

Un grupo de sicólogos se acercó en ambulancia hasta la localidad de Araia para atender a los familiares de la víctima, que permanecieron junto a la casa durante toda la mañana. Los hermanos de Tere Egurrola viven en las viviendas colindantes.

Asparrena tomará medidas, pero cree que «sin abordar el problema de raíz, seguirá pasando»

El Ayuntamiento de Asparrena manifestó ayer su «más absoluta repulsa» por la muerte Tere Egurrola, víctima de la violencia machista. Asimismo, mostró su apoyo a la familia de la fallecida, a los que ofertó «toda la ayuda necesaria tanto a nivel legal como sicológico y económico».

Esta posición se recoge en una declaración institucional aprobada ayer por la tarde en el Consistorio del municipio alavés. En la misma, los ediles recuerdan que «la violencia contra las mujeres es una problema de orden social, un problema político y público con origen en el sistema patriarcal, que posibilita la desigualdad y la subordinación de las mujeres en todos los ámbitos y órdenes de la vida».

Para acabar con esta situación, los ediles asparrendarras se comprometen a «analizar en profundidad y a poner en marcha medidas eficaces, efectivas, ágiles y directas para que este tipo de situaciones -en alusión a la muerte de Egurrola- no se vuelvan a dar nunca más. Asimismo, nos comprometemos a garantizar los recursos económicos y humanos para lograr una igualdad real y para luchar contra la violencia de género en todas sus expresiones e instamos al resto de instituciones a hacer lo propio».

En cuanto a las medidas de prevención, los concejales presentes en el pleno extraordinario celebrado ayer apostaron por «prestar una especial atención atención a la prevención y a la sensibilización sobre la violencia de género [...], incidiendo especialmente en la juventud». Con el objetivo de fomentar la citada prevención, el Ayuntamiento anunció que apoyará a todas las organizaciones que trabajan en a favor de la igualdad.

«Consideramos que mientras este problema no se aborde desde su raíz, es decir, desde todas las estructuras e instituciones que mantienen la desigualdad, este tipo de muertes, desgraciadamente, van a seguir ocurriendo», concluye la declaración aprobada por el Consistorio. I.S.

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