Llorente y Rubén le dan la vuelta al 1-0 de la ida
Remontada en el último cuarto
Cuando más complicado parecía que se produjese el revolcón, apareció la eficacia rojilla para, en dos lances casi consecutivos, obtener el pase a octavos ante un Sporting que se había defendido con cierto orden hasta ese momento e incluso había generado peligro.
OSASUNA 2
SPORTING 0
Natxo MATXIN
Costó, pero acabó llegando. Todo el acierto rojillo llegó en el último cuarto de un partido en el que Osasuna llevó la iniciativa, pero volvió a pecar de ineficacia ofensiva hasta que llegó el 1-0 de Joseba Llorente. Fue la espoleta necesaria para acabar firmando la resolución de la eliminatoria gracias a la diana de Rubén, la primera que consigue el defensa gallego con la elástica encarnada.
Y eso que el inicio del choque comenzó tan frío como la meteorología, con unos rojillos que no acabaron de meterse de lleno durante toda la primera mitad. Ante un Sporting apenas inquietante en algún que otro balón directo, Osasuna tampoco supo aprovecharse de la candidez del rival para apretarle algo más las tuercas y hacérselas pasar canutas, como había pedido Mendilibar.
Lo cierto es que tuvo que ser en una jugada de estrategia en la que la escuadra navarra demostrase que tenía ganas de superar la eliminatoria y agradar a su afición. Una falta bien botada por Timor permitió que Joseba Llorente tocase de cabeza en el segundo palo, pero con dificultades la defensa asturiana sacó un balón que pretendía rematar un activo Manu Onwu, el mejor durante esos primeros cuarenta y cinco minutos.
El valtierrano sería el protagonista de la más clara ocasión, pero previamente Rubén, sin mucha convicción, enganchó una volea que se fue por encima del larguero. La madera iba a ser precisamente quien evitara que los anfitriones inaugurasen el marcador, en un lance en el que los dos futbolistas mencionados fueron sus actores principales. El central gallego, para robar y poner un pase en profundidad a Manu Onwu, quien utilizó su mejor arma -la velocidad- para irse de su marcador y mandar el esférico al poste cumplida la primera media hora.
Dos zarpazos letales
Mendilibar les puso las pilas a los suyos en el descanso, pues salieron con otra marcha, lo que obligó a Cuéllar a realizar las dos paradas del encuentro en apenas siete minutos. Pero el arranque tuvo efecto gaseosa porque, a renglón seguido, fue el Sporting quien dispuso de sus mejores ocasiones, sobre todo en las botas de Vieira. El futbolista luso metió el miedo en el cuerpo cuando buscó la escuadra en el 61 y por poco no se cometió penalti sobre él en un arriesgado corte de Rubén.
Precisamente cuando más confiado parecía el cuadro visitante fue cuando llegó el torrente goleador local. Como no podía ser de otra forma, el origen del 1-0 llegó de Onwu -el más destacado ayer- y, apenas cinco minutos después, Rubén, otro de los mejores, cerró la cuenta. El pase copero alimenta, además, la buena dinámica en la que se encuentra inmersa ahora mismo la escuadra rojilla.
Durante apenas once minutos, Osasuna jugó con tres defensas, tras el cambio de Sisi por Marc Bertrán. A la variación táctica le atropelló el 1-0 y, poco después, Mendilibar volvió a cuatro, dando entrada a Nano.
El técnico rojillo, José Luis Mendilibar, apuntó que su escuadra «en el cómputo global» había sido «justa vencedora» al acumular «más méritos» que su rival. Un pase que «no ha sido fácil porque no lo es ganar a cualquiera por dos goles», pero que vino motivado, entre otras cosas, «por la tranquilidad que nos dio el 1-0».
En este sentido, el preparador vizcaino destacó como importante que su equipo nunca perdiera la compostura ni se dejase llevar por las prisas. «Hemos mantenido ese espíritu a pesar de que no hemos podido meter gol durante la primera parte en la que llegamos, pero no anotamos».
Junto a ello, una clasificación que ha servido también para reforzar la moral de la tropa y, sobre todo, de los menos habituales. «Es importante que gente que no juega tenga minutos para competir y mantenga la portería a cero, que es otro dato que nos hace sentirnos fuertes», indicó el zaldibartarra.
«Nos hace sentirnos equipo, ver en el grupo que todos pueden competir. Hemos estado seguros en defensa, con un centro del campo menos poblado al jugar con dos arriba y no quiero individualizar porque estoy contento con el trabajo de todos», amplió.
Por su parte, la comparecencia de José Ramón Sandoval, entrenador del Sporting, demostró que las aguas bajan revueltas por Gijón. El preparador madrileño contradijo a la prensa asturiana, que centró sus dianas en Gregory. «Siempre volvemos a lo mismo, me quedo con el serio partido de mi equipo», atajó. N.M.