Medio centenar de personas se concentraron ayer ante una oficina del Banco Santander en Donostia para denunciar, junto a dos afectados por sendos procedimientos de ejecución hipotecaria, que esta entidad no acepta «ninguna salida» que no sea «la demanda judicial y el posterior desahucio».

Durante la protesta, los dos afectados por desahucios con este banco, un hombre con un piso en Errenteria y una mujer con otro en Andoain, entraron en la sucursal y entregaron a un directivo sendos escritos en los que solicitaban la dación en pago. Uno de los afectados, el vecino de Errenteria José Ángel Serrano, de 46 años, casado y con dos hijos, de 13 y 7 años, denunció el proceso que padece desde hace varios años con esta entidad, a raíz de una deuda que le reclama pero que, según dijo, es fruto de una estafa que está pendiente de juicio.

La promesa de Botín

Tras la movilización, Igone Aldaregia, portavoz del colectivo, explicó a los medios de comunicación que, pese a que «Botín prometió flexibilizar las condiciones de los clientes con problemas sobrevenidos por la crisis» y, más recientemente, esta entidad «se adhirió al servicio de mediación del Gobierno Vasco» y «a la paralización temporal de los desahucios», lo cierto es que «no está facilitando salida alguna que no sea la demanda judicial y el posterior desahucio».