EHNE Bizkaia organizó ayer un mercado transparente en la plaza del Teatro Arriaga, Deusto y Rekalde en base al queso de oveja, en el que vendió 800 lotes de productos, cada uno de los cuales contenía medio queso de oveja curado, crema de queso y queso rallado, a diez euros. «Un precio más barato que el del mercado», con el fin de denunciar los excedentes y para demostrar que se puede vender en el mercado local», según explicó el sindicato.

El encuentro con los consumidores en plena calle llevó a plantear una reflexión sobre «la situación de excedentes de queso de oveja» que «ahoga a los pastores», como denunció ayer Unzalu Salterain, representante del sindicato agroganadero, acompañado de Txetxu Nuñez y Teresa Santxo, estos dos últimos de la cooperativa Esnetik radicada en Orozko.

Esta cooperativa que lleva un año escaso funcionando es un ejemplo de transparencia. Realiza un doble etiquetado para que el consumidor sepa cómo se distribuye el precio del producto que elaboran con la leche de oveja de los pastores de la zona de Orozko y Aiara.

Unzalu Salterain explicó que lo que está sucediendo con el queso de oveja es grave. «Una situación que EHNE Bizkaia ya había previsto que podría suceder. La actitud de la industria quesera, y la ausencia de medidas que permitan un control de la producción, nos ha llevado a una situación de excedentes que ahoga a los pastores».

«No se sostiene»

A su juicio, ese modelo «no se sostiene» y denunció que «no se puede mantener una Denominación de Origen Idiazabal secuestrada por la industria transformadora». Porque la realidad actual es que «se ha impulsado la exportación para hacer frente a los excedentes. Los pastores reciben 11 euros por kilogramo, mientras que a las personas consumidoras de Euskal Herria -explicó Salterain- se les ofrece ese mismo queso entre 16 y 20 euros». Para EHNE Bizkaia, «sería más lógico y correcto ofrecer a los consumidores de nuestro entorno el queso a un precio más equilibrado (14-15 euros)».

Unzalu Salterain remarcó ayer que «tenemos claro que la exportación no es el camino» y que «existen otra formas de comercializar la producción local y de calidad a precios éticos para toda la sociedad».

Ese queso procedía de la cooperativa Esnetik. En el anterior mercado, los consumidores que se acercaron recibieron el queso con doble etiqueta. Unzalu Salterain, en presencia de dos miembros de la misma, explicó que «es la primera que ha puesto en marcha esa iniciativas». Porque explica cómo se distribuye el precio por las diferentes partes de la cadena.

«Esnetik ofrece queso de oveja a 15 euros, de los cuales los baserritarras reciben el 50%, 7,5 euros. Otro 33% del precio es para la transformación en queso, y y un 11% es para el reparto».

En este sentido, Salterain indicó que «hay un control absoluto de la producción, un modelo que es transparente y que, de manera definitiva, pone el valor en el trabajo del pastor por aportar esa calidad. Porque con estos excedentes que hay, alguna industria ha dejado de pagar al pastor, que es uno de los principales miembros de esa cadena, la que aporta valor».