Representantes de las asociaciones de vecinos de Ulia, Intxaurrondo, Bidebieta, Altza, Egia y Alde Zaharra, de la asociación naturalista Haritzalde y del colectivo ecologista Eguzki, alertaron ayer de un nuevo intento de «pelotazo urbanístico» en Donostia mediante la construcción de un hotel en la finca Labeas, sita en las faldas del monte Ulia, cerca del alto de Miracruz.

El proyecto consiste en edificar un hotel de lujo soterrado en la ladera, con 112 habitaciones y que su promotor, Fausto Modino, presenta como «sostenible». Se encuentra en terreno no urbanizable y protegido, circunstancia confirmada por los sucesivos gobiernos municipales, la última vez el pasado mes de abril.

La cuestión vuelve a aflorar de la mano del PP, que ha presentado una moción para que sea tratada en el pleno de este mes. Esta formación argumenta que el nuevo Plan Director de Turismo «sí apuesta por la construcción de nuevos hoteles» y que en su día «hubo una primera valoración positiva de los técnicos municipales de Urbanismo».

Los representantes de las asociaciones vecinales apuntaron que «en Donostia hay muchas posibilidades de invertir en zonas edificables. Esto es un pelotazo estilo Marbella».

Además, recordaron las «numerosas infracciones urbanísticas que los tribunales le están obligando a corregir en la misma finca donde se plantea este proyecto». De hecho, Modino fue sentenciado a derribar una piscina y un garaje que construyó sin licencia.

Marcos Sierra, de Haritzalde, añadió, con un mapa de 1848 en la mano, que existe un camino de titularidad pública que atraviesa la finca Labeas y que actualmente no es accesible al haber sido cerrado el paso.