División de Honor femenina
Soluciones a toda velocidad
Bera Bera afrontó las bajas de Dunay y la de última hora de Eli Pinedo recurriendo a su alto ritmo de juego.
BERA BERA 31
ZUAZO BARAKALDO 25
Juan Carlos ELORZA
La reanudación liguera se le complicó algo más de lo esperado a Bera Bera, que ya contaba con la baja de Dunay y además tampoco pudo alinear ayer a Eli Pinedo por una contractura en un gemelo -pocos días después de que el club informara de que la alavesa llevaba 80 partidos oficiales sin fallar en la pista-, que compromete su participación ante el Rocasa el sábado. Si además se añade la vuelta a la competición tras casi dos meses de paro, no es extraño que al equipo donostiarra le costara un poco coger la onda, aunque Zoqbi se encargó en los primeros minutos de que las dudas de sus compañeras (5 pérdidas de posesión en los primeros 8 minutos) no tuvieran consecuencias muy negativas en el marcador, con 5 paradas en esos instantes iniciales, tres de ellas a la goleadora vizcaína Tania Yáñez (una de penalti) que frenaron un poco el buen inicio vizcaíno.
Con el paso de los minutos las veteranas Eider Rubio -que prestaba especial atención en defensa a Yáñez, sin que llegara a ser una mixta- y Matxalen Ziarsolo se encargaron de meterle velocidad a todas las acciones de ataque de Bera Bera, aumentando el ritmo del juego hasta niveles en que el Zuazo se vio yendo a remolque, con un bache en que perdió varios balones seguidos que Bera Bera aprovechó para abrir hueco con su contraataque (7 goles en el primer período, por 1 del Zuazo). Al cuarto de hora la ventaja donostiarra era de tres tantos, y Bera Bera ya no perdió el mando del partido, aunque el marcador siempre se mantuvo ajustado, con diferencias entre 3-4 goles.
Zuazo cambio de lado a Yáñez para permitir que el balón circulara con más fluidez, y con la entrada en cancha de la pivote Hernández creó más peligro en su juego ofensivo, con las acciones de Yáñez desde nueve metros y las conexiones con Hernández en la línea de seis.
La segunda parte comenzó de forma atípica. Bera Bera no pudo marcar su primer gol hasta que habían pasado 6.40 minutos (para entonces Temprano ya había parado 5 remates), y a Zuazo le costó aún más, 9.05. En esos primeros minutos dos genialidades de Eider Rubio compensaban la falta de goles: un prodigioso pase de espaldas desde seis metros de distancia a Núñez, cuyo remate rechazó la portera del Zuazo, y un lanzamiento desde su área para sorprender a Temprano -muy activa todo el partido dificultando los contraataques en largo saliendo de su área a cortarlos-, que se estrelló en el larguero.
Pero en cuanto Bera Bera volvió a ajustar la puntería el partido volvió a la normalidad. La velocidad de sus acciones se traducía en mayor número de remates y goles, mientras Zuazo enviaba demasiados remates fuera de la portería (10 a lo largo del partido), perdía más balones y, pese a hacer un buen partido -la croata Botica aportó muy buenos minutos-, no lograba acercarse lo suficiente como para poner en peligro el resultado.