Eran las 12.00 del mediodía cuando los agentes de la Ertzaintza presentes en la Plaza Vascongadas, situada en el barrio de Aranbizkarra, confirmaron los rumores: el desahucio queda suspendido temporalmente. Con estas palabras finalizó una jornada marcada por la tensión y las noticias, que, vía Twitter, pregonaban la suspensión del lanzamiento. Una buena noticia para una mujer que adeuda 200.000 euros.

Este final esperanzador, celebrado por la afectada, que prefirió permanecer en el anonimato, puso el punto y final a una tensa mañana. Desde las 11.00, decenas de personas comenzaron a reunirse junto al portal de la vecina. Todos, pendientes de una llamada que anunciara la suspensión del desahucio, trataban de animar a la víctima del lanzamiento.

Fue a partir de las 11.20 cuando los presentes comenzaron a comentar un tuit publicado por el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto (PP). «No se producirá el desahucio de Kutxabank en Vitoria. Acabo de confirmarlo tras varias conversaciones hoy con su presidente Mario Fernández», publicó en internet el regidor gasteiztarra.

Esta noticia despertó las dudas del movimiento Kaleratzeak Stop Araba, que no había recibido ninguna notificación oficial por parte de Kutxabank. Cabe señalar que, hasta las 12.00, cuando cuatro agentes de la Ertzaintza se presentaron en la concentración, no fueron ratificadas las palabras del primer edil.

Tras conocer la decisión, en declaraciones a Radio Vitoria, la afectada pidió una solución para saldar su deuda con la entidad financiera, que el pasado mes de noviembre anunció que paralizaría los lanzamientos hipotecarios hasta la aprobación de una normativa. «Espero que puedan darme una solución para no llevar una deuda para toda mi vida. Espero que negocien y lleguemos a una solución», destacó la mujer, que contrajo la deuda tras avalar un préstamo para su expareja.

«No son formas»

Mikel Gómez y Aimar Sáez de Buruaga, miembros de Kaleratzeak Stop Araba, criticaron las formas empleadas por Kutxabank para notificar la paralización del desahucio. «Queremos destacar el descontento y enfado que nos produce que esto se comunique a última hora. Creemos que las formas no han sido las adecuadas», subrayó Gómez, que aprovechó su intervención para destacar que la paralización ha sido fruto del trabajo realizado por la agrupación y por la solidaridad de los vecinos.

«El tema de políticos que hacen llamadas de última hora nos parece producto de la presión popular», añadió con enfado. Asimismo, Sáez de Buruaga, que denunció la inacción de las instituciones, recordó que el próximo miércoles está previsto un nuevo desahucio a cargo del Santander. «Preguntamos al alcalde si también intervendrá en este caso», cuestionó.

El portavoz de la asociación vecinal Zazpigarren Alaba, Guillermo Perea, matizó que el piso de la afectada es una vivienda de protección oficial (VPO) que ha sido restaurada hace pocos años, y, por lo tanto, está sujeta a derecho de retracto por parte del Gobierno autonómico. «El derecho de retracto es una obligación para el Ejecutivo, que tenía que haber actuado para quedarse con la vivienda», afirmó el responsable vecinal, que instó a Lakua a intervenir para evitar un futuro el desahucio.

Pero el de Gasteiz no fue ayer el único caso. En Lekeitio, la Asamblea Popular felicitó a todas las personas que han logrado parar el desahucio de un vecino de la localidad. Según explicó, el lanzamiento se paralizó el jueves gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento y los colectivos clericales, propietarios de la vivienda. Tal y como reconoce la asamblea, la presión de la ciudadanía ha jugado un papel relevante en la paralización del proceso.