Tras hacerse efectiva la orden de Sodena, actualmente al cargo de Sunsundegui, de paralizar la primera línea de producción, el comité de empresa se reunió ayer con esta sociedad y el Gobierno de Nafarroa, donde Sodena ratificó su decisión de no seguir apoyando económicamente la empresa.

Tras confirmar la postura de la sociedad de desarrollo, el comité de empresa hizo público un comunicado en el que muestra su preocupación por el futuro de Sunsundegui y de sus trabajadores. En el mismo, solicita a Sodena que dé marcha atrás en su decisión y ponga de nuevo en marcha la primera sección de la planta.

Asimismo, pide que den las explicaciones pertinentes y que se adopten compromisos de cara a garantizar el futuro y la viabilidad de Sunsundegui, tal y como prometió Sodena al hacerse cargo de la compañía.

En este sentido, propone que se establezca un periodo de transición donde se analicen las posibles alternativas para consolidar el proyecto industrial de la compañía.

Entretanto, solicita que se pongan en marcha los sectores en los que se ha ordenado la paralización.

«Cartera de pedidos»

El sindicato ELA, en una nota informativa, hace hincapié en que las previsiones de carga de trabajo en la sección de Bus podría aumentar en un breve plazo de tiempo, previsiblemente en marzo, su carga de trabajo.

También advierte de que las expectativas mejoran de cara al segundo semestre y que en la sección de Tren se espera la formalización de contratos que implican un significativo aumento de trabajo y para los cuales se augura una buena rentabilidad.

Recuerda, en un comunicado, que cuando Sodena tomó las riendas de Sunsundegui se alcanzaron acuerdos para garantizar la viabilidad de la empresa. Incide en que dichos acuerdos «han supuesto importantes esfuerzos, sacrificios y pérdidas de derechos en la parte social».

LAB, por su parte, denuncia que desde que el Gobierno navarro entró en Sunsundegui mediante Sodena, «ha sido incapaz de solucionar los problemas estructurales que tiene la empresa». Censura, asimismo, que la reciente decisión de paralizar la producción tampoco ha sido justificada.