Arranca la segunda vuelta de la competición en Segunda B, con posiciones por confirmar, por apuntalar o por abadonar. Todavía quedan 19 jornadas por delante, un mundo, sí, pero el margen de error empieza a reducirse. Es el principio del fin.

Levanta el telón de la jornada el derbi de Mendizorrotza. Apasionante y de pronóstico bastante más incierto que el que inauguró el campeonato hace cinco meses. Acababa de aterrizar entonces en la categoría el Barakaldo, que pagó la novatada. Hoy llega a Gasteiz con un buen número de bajas -Basagoiti, Antonio Moreno e Ibon Díez, aunque Zurimendi recupera a Iban Espinosa y Eraña- pero en su mejor momento de la temporada: tres victorias han enlazado los fabriles, que han ascendido hasta la octava plaza.

Claro que bastante más arriba se mueve, prácticamente desde el primer día, su anfitrión. Un Alavés que, además, no ha perdido el tiempo en el mercado de invierno, con las incorporaciones de Crespo, Laborda y, en las próximas horas, Juanje. Y que solo sufre las ausencias de Javi Hernández y Sendoa para la cita, a la que llega tras reencontrarse con el triunfo y con el título honorífico de campeón de invierno bajo el brazo.

Más espectacular que la de los gualdinegros es la racha del Bilbao Athletic, que intentará apuntalar su tercer puesto ante un Noja tan peligroso como empecinado en alcanzar el play-off, pero que a menudo consigue mejor imagen que resultado.

Al otro lado de la tabla, otro equipo enrachado, aunque en sentido claramente descendente. El Sanse, que repite en casa, y que esta vez no puede permitirse errores ante el nuevo colista de la categoría, el Racing B.

Precisamente el equipo que cedió ese discutible honor a los cántabros, Osasuna, intentará dar mañana continuidad a la remontada que firmó el lunes, que no solo le ha colocado en su mejor posición de toda la campaña, sino que le ha situado a solo seis puntos de la salvación, lo que parecía imposible hace escasas jornadas. Miguel Merino pierde a Carnicer para la cita, pero recupera a Unai García.

Si el Promesas quiere continuidad, lo contrario necesita otro equipo navarro, la Peña Sport, que ve cómo el colchón de la tranquilidad adelgaza como consecuencia de sus tres derrotas consecutivas. El equipo de Amatriain deberá hacer frente a un Lleida forzado a quemar cartuchos y, sobre todo, a sus dificultades para hacer gol que, más aún tras la marcha de Gorka Laborda, le han obligado a rastrear el mercado en busca de un delantero. Empatado con los tafalleses está el River, al que, con la baja de Ibon Gutiérrez, le toca tirar del factor campo para superar a un rival directo como es la SD Logroñés.

En aguas más tranquilas se mueve el Tudelano que, sin Apestegia, viaja a Teruel para intentar eliminar a otro rival. Agradecería su triunfo el Izarra, al que se le unen mala situación y calendario complicado. La semana pasada visitó Mendizorrotza y mañana viaja a Gal, donde Chechu Martínez intentará hacer bueno el tópico del nuevo entrenador, aunque sea a la segunda. Evitarlo es cosa del Real Unión, que pierde a una de sus piezas fundamentales -Albistegi, sancionado, se perderá sus primeros minutos de la temporada-, pero que está obligado a ganar para no volver a descolgarse del play-off.

Su objeto del deseo lo defiende el Amorebieta que, sin Ibai, visita a la UD Logroñés. Dos puestos por encima de los azules se mantiene el Eibar, que mañana debe hacer frente al Zaragoza B, al desgaste copero -posiblemente más acusado esta vez, por aquello de la eliminación- y las bajas, numerosas y de entidad. A las lesiones de Aimar y Del Olmo se une la sanción de dos jugadores fijos en los esquemas de Gaizka Garitano, Xabi y Jon Errasti.