Las autoridades tailandesas informaron del rescate en el sur Tailandia de 700 inmigrantes de la etnia rohingya retenidos por mafias que se dedican al tráfico de personas.

Un equipo conjunto de la Policía, Ejército e inmigración descubrió en una plantación cercana a Malasia a 307 miembros de esta minoría apátrida y una de las más perseguidas del mundo. En otra redada, las autoridades descubrieron a otros 397 rohingyas.

Responsables de inmigración aseguraron que todos ellos serán deportados a Myanmar, donde 800.000 viven confinados en el Estado de Rakhine. Otros cientos de miles de rohingyas viven en el exilio y según la ONG The Arakan Project, más de 10.000 personas se han echado a la mar desde octubre, huyendo de la violencia.