La presión fiscal europea se asienta en el 40% del PIB, alejada de la vasca
Eurostat confirma que la presión fiscal europea se asienta en el 40% del PIB. Tras tres años de caída, en 2011 se ha recuperado, según el informe europeo. En el Estado español está a 7,6 puntos de la media y en el caso vasco ronda los diez puntos de diferencia.
Juanjo BASTERRA
La presión fiscal europea aumentó en 2011, según los últimos datos de la Oficina Estadística de la Comisión Europea, Eurostat, hasta el 40% del PIB en la UE-27 y 40,8% en la Eurozona. Este porcentaje se acerca a la posición anterior a la crisis económica, aunque todavía hay diferencia. En este sentido, el informe establece que los ingresos tributarios representaron cerca del 90% del total de ingresos del presupuesto de la Unión Europea. A modo general, los impuestos sobre la producción y las importaciones representaron el 13,4% del PIB y los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio, entre otros, suponen el 12,6% del PIB.
Los datos de la presión fiscal en la UE confirman que el Estado español se encuentra muy alejado de la media. Es una diferencia de 7,6 puntos y entre nueve y diez puntos con la media del conjunto de Hego Euskal Herria. Aplicar una presión fiscal semejante a la media europea en el Estado español supondría una entrada de 82.000 millones más de ingresos. En el caso vasco permitiría un incremento de 8.500 millones más para las arcas públicas. Para ello, la política fiscal debe introducir un giro de 180 grados, porque la realidad está demostrando que los países que más presión fiscal tienen también son los que menor desempleo acumulan y sus economías son las que están aguantando mejor la crisis.
Tres a la cabeza
Eurostat explica en el informe que, aunque entre 2007 y 2010 se produjo una disminución de los ingresos fiscales en la UE, se confirma que en 2011 hay «un leve aumento». Tras cuatro años «en declive», según afirma, «vuelven a recuperar» una posición «cercana a la que hubo antes del inicio de la crisis». La proporción de los ingresos fiscales en Dinamarca, Bélgica y Estado francés es la más alta. Es del 48,6%, 46,7% y 45,9% respectivamente en 2011, mientras que los porcentajes de presión fiscal más bajos fueron los registrados en Lituania (26,4%), Bulgaria (27,2%) y Letonia (27,7%).
Entre los países que se han incorporado a la UE desde 2004, Eslovenia y Hungría, tuvieron el mayor incremento en los ingresos, pero todavía son 2,5 puntos inferior a la media de la UE-27.
El informe destaca que países como Irlanda (30,4%), el Estado español (32,4%) y Grecia (34,9%) registran los menores ingresos provenientes de los impuestos, lo que está marcando una diferencia muy importante en relación a la presión fiscal europea.
En plena crisis económica, los datos del conjunto europeo confirman que la caída en la recaudación se llevó 0,6 puntos del PIB en la UE desde el punto más alto, previo a a crisis, en 2006, pero en el Estado español la caída ha representado 5,6 puntos del PIB.
Las variaciones a la baja que se producen en la entrada de ingresos tienen que ver con «caídas en la actividad económica y del nivel de empleo», pero también con «modificaciones de los impuestos, cambios de la legislación o por mayores exenciones que se aplican», afirma la Oficina Estadística de la Comisión Europea.
El informe destaca que en once países de la UE se redujo la presión fiscal, lo que generó una caída en los ingresos tributarios entre 2010 y 2011. Fueron Bulgaria, República Checa, Estonia, Estado español, Chipre, Lituania, Luxemburgo, Hungría, Países Bajos, Rumania y Suecia. En el resto se mantuvo la presión fiscal en el mismo porcentaje del PIB o se aumentó.
En el análisis de los diferentes impuestos, Eurostat considera importante la recuperación «al menos en parte» y lo atribuye a que algunos estados de la UE han aumentado «las tasas del IVA, han introducido nuevos impuestos y gravámenes bancarios y otras tasas». Indica, sin embargo, ese aumento de ingresos se debe a impuestos directos e indirectos, a nivel general. También advierte que «la participación en los ingresos de las cotizaciones sociales aumentó notablemente de 2008 a 2009, pero disminuyó en 2010 y se mantuvo relativamente estable en 2011». En cambio, la proporción de los ingresos sobre la renta y la riqueza «han disminuido desde 2007, aunque ha mostrado un ligero aumento entre 2010 hasta el 2011. Esto podría ser debido principalmente a un aumento de las ganancias de las empresas, en lugar de un aumento de impuestos, dado que la renta personal o ingresos de los hogares se redujo», indica Eurostat.
Explica también que de 2008 a 2009 los ingresos tributarios de los impuestos directos «disminuyeron más que el PIB». Atribuye esa situación a «la crisis económica, que afecta a los beneficios de las empresas y al aumento del desempleo».
Por otro lado, lo que no explica Eustat en este escenario es el papel del fraude fiscal que se produce y la existencia de paraísos fiscales dentro de Europa que, sin duda, están perjudicando el nivel de recaudación, necesaria para acometer la recuperación económica de los estados.