Ingeniera informática y ex directora de la revista «Mundo Linux», Margarita Padilla se ha empleado a fondo en su labor de crear y mantener sistemas, y en su ideario figura con letras mayúsculas esta declaración de principios: «Me gusta hacer Internet». Junto a otros hackers, fundó Sindominio.net. Aprendió GNU/Linux y los usos sociales y políticos de las nuevas tecnologías en entornos muy alejados de la estructura universitaria: eligió hacerlo en centros sociales okupados.

Una referencia a esta activista del universo virtual supone un reencuentro con un espacio invisible que estaba por construir, un primer Internet inocente en el que gente variada disfrutaba con el camuflaje y el juego con las identidades. «Hoy todo ha cambiado. Los pioneros de Internet -señala Padilla- participaron en su propia construcción y crearon un espacio abierto para la comunicación social. Una alianza táctica reunió a hackers, techies, nerds, frikis, visionarios y otros muchos pirados. Sus herramientas: la socialización del conocimiento técnico (software libre) y un uso de la Red creativo y productivo, no instrumental. El ideario de estas prácticas era la posibilidad de tener un lugar donde millones de personas de todo el mundo se intercomunicaran de manera autónoma y segura, independientemente de su edad, sexo, nacionalidad o etnia».

Dabne y software libre

Padilla también participa en el desarrollo de Dabne, su empresa cooperativa dedicada a hacer la web mediante software libre; atiende su tienda SoftwareAlPeso y se emplea en reciclar ordenadores. En su apretada agenda también hay cabida para organizar diversos encuentros e impartir conferencias.

En el prólogo de su último trabajo -»El kit de la lucha en Internet», publicada por la editorial Traficantes de Sueños-, Padilla afirma lo siguiente:  «Toda persona o grupo que luche por la transformación social tiene la obligación de comprender la especificidad de Internet en lo que a procesos sociales se refiere, ya que esta especificidad desborda lo técnico y contamina lo social». Y en un posterior análisis señala: «Internet nos da una experiencia de red a gran escala. Trato de caracterizarla con tres componentes: ambigüedad, incontrolabilidad y apertura. Internet es ambigua porque no fue diseñada para ningún uso particular y, por tanto, puede permitirlos todos. Es incontrolable, porque la inteligencia y la capacidad de acción están en cada uno de los nodos que la componen. Y es abierta porque, por un lado, cualquiera que tenga los conocimientos puede leer su código fuente y, por otro, cualquiera que funcione como red puede conectarse inmediatamente. Ambigüedad, incontrolabilidad y apertura son las tres características de la experiencia de red». El libro puede descargarse, en formato pdf, en la página web www.traficantes.net.