La dirección del colegio Gaztelueta hizo pública una nota el pasado martes en la que valoraba la denuncia realizada por la familia de un exalumno contra «un antiguo profesor». Tras señalar que «tiene el máximo interés en que se aclaren las acusaciones» y que su actitud «ha sido y será siempre de transparencia y colaboración con los organismos públicos competentes», la dirección de este centro del Opus Dei hacía un breve relato de los hechos y concluía subrayando que «hasta ahora la familia no ha querido presentar una denuncia en los tribunales», sino que ha optado por «realizar y mantener sus acusaciones en los medios de comunicación». Y concluía manifestando su «respeto hacia la familia y al dolor que expresan en sus declaraciones», al mismo tiempo que mostraba su «desacuerdo con la pretensión de resolver este asunto en la opinión pública, y no en las instancias oficiales pertinentes».

El contenido de esta nota ha provocado el malestar de la familia denunciante, que afirma que está «plagado de falsedades y mentiras». En otro comunicado, difundido ayer por Europa Press, los padres insisten en que el profesor en cuestión «reconoció los hechos» de los que se le acusa y que no se fue al extranjero siguiendo un plan previo de aprendizaje del inglés, sino que fue «apartado por el centro de su actividad docente y desterrado al extranjero».

También rechazan las «insinuaciones» en relación a que aún no hayan ido al juzgado a presentar la correspondiente denuncia y, en cambio, hayan optado por acudir a los medios, explicando que los motivos para ello son «únicamente el estado de gravedad» de su hijo, «incapaz de enfrentar un proceso judicial por estricta prescripción médica».