La coincidencia en el mundillo del ciclismo, que acudió a la presentación del recorrido de la Vuelta 2013 ayer en Vigo, es generalizada: será muy severa. En su 68ª edición vuelve a apostar por la montaña y los finales explosivos que garanticen el espectáculo. Incluye 12 metas en alto, entre ellas el Angliru, que se subirá la víspera del final, y Peyragudes, en el Pirineo francés; una contrarreloj individual y otra por equipos que abrirá la carrera en las Rías Baixas.

La ronda, que se disputará del 24 de agosto al 15 de setiembre con salida en Vilanova de Arousa y llegada en Madrid, sumará un total de 3.320 kilómetros y descubrirá finales empinados como Fisterra, en el denominado «fin del mundo», pasará por Extremadura, continuará por nuevos puertos andaluces y dejará los platos fuertes de montaña para Pirineos, con incursión al Estado francés con una etapa Tour, y Asturias y su Angliru como juez último de la carrera.

Samuel Sánchez considera que el diseño augura batalla a diario. «El recorrido es similar al de 2012, un modelo que ha funcionado y que sentó a la gente delante del sofá para ver la lucha entre Contador, Valverde y Purito. Las etapas tal vez no sean tan explosivas, pero serán de más desgaste», dijo el líder de Euskaltel Euskadi.

El corredor asturiano, que considera que la afición quiere espectáculo -«por eso nos pagan. Estos recorridos son muy atractivos para ella»-, tiene en el Giro el primer objetivo de la temporada, por lo que aún deberá decidir su participación.

Igor González de Galdeano, director general de Euskaltel, cree que un recorrido tan exigente tiene sus riesgos. «La Vuelta engancha al público todos los días, pero el riesgo es que la carrera quede decidida demasiado pronto y pierda interés. Espero que salga como la de 2012».

El directivo alavés aseguró que «la Vuelta será un gran objetivo para nosotros. Hemos planificado hasta el Giro y el Tour, pero seguro que acudiremos a la Vuelta con un gran líder», matizó.

Dureza hasta en los traslados

Para el director deportivo del Movistar Eusebio Unzue el perfil de esta carrera «está más cerca de durísimo que de duro. Eso exigirá que los grandes protagonistas lleguen descansados porque el que no esté bien puede perder muchas de sus opciones en las primeras etapas. No hay una semana de tranquilidad, la dureza será máxima», comentó.

El experimentado técnico navarro valoró otras cuestiones. «Al margen de las etapas otra cosa muy importante serán los traslados tan importantes que se tendrán que hacer. Serán un elemento más que añade dureza a la carrera. Si la organización aprieta tanto, al final los corredores van a regular mucho más porque ellos también son humanos». Unzue confirmó que Alejandro Valverde y Juanjo Cobo estarán en la Vuelta.

Miguel Indurain también la ve como una Vuelta para escaladores. «El recorrido es difícil de salida, luego se calma un poco y al final vuelve a ser bastante exigente. A diferencia de estos últimos años hay más llegadas en alto y menos contrarreloj».

El pentacampeón del Tour dio otra de las claves: «Lo que está claro es que habrá mucha dureza desde el inicio y eso exigirá que los corredores lleguen en buena forma a las primeras etapas. Para ganar habrá que estar muy bien las tres semanas porque un mal día puede hacer que pierdas todas las opciones».