Todos los partidos en que se enfrentaban selecciones europeas con otras del resto del mundo respondieron al guión, con goleadas salvo en tres casos: Argentina sorprendió a Montenegro (que dejó fuera del campeonato a Suecia), que debutaba en un Mundial, y lo hizo a pesar de la pésima actuación de sus porteros, el anaitasunista Schulz y Maciel (10% de acierto global).

Pero los hermanos Simonet mantuvieron a Argentina siempre por delante, y no se descompusieron cuando Montenegro remontó del 24-21 al 24-25 a 8 minutos del final. Diego Simonet hizo los dos últimos goles, hasta sumar 7, por 5 de Pablo.

Chile plantó cara a Macedonia liderado por el lateral del Granollers Rodrigo Salinas (8 goles) y el portero del Bailén de la Segunda Nacional andaluza René Oliva, pero Lazarov (8 tantos) mantuvo la calma y llevó a sus compañeros al triunfo. Francia holgazaneó ante Túnez, como ya ha hecho en otras ocasiones a inicios de los campeonatos, y se vio con un 23-25 en contra a 8 minutos del final. Con un parcial de 5-0 arregló la situación.

También cabe reseñar el balonazo a bocajarro en la cabeza que se llevó el veterano portero coreano Koo Il Kang (36 años), que tuvo que ser trasladado al hospital con una conmoción. Australia, fiel a su historia mundialista, encajó un nuevo palizón: 36-13, 17-4 al descanso, y otro tanto le pasó a Qatar, que organizará el próximo Mundial en 2015, y a quien Dinamarca arrolló. Brasil, Corea y Arabia Saudí se defendieron hasta el descanso, aunque sus rivales decidieron cuando quisieron (los árabes estuvieron 14 minutos sin marcar del 21-18 al 28-18).

En los duelos europeos Polonia superaba por poco a Bielorrusia, a quien no bastaron los 9 goles de Rutenka, y Rusia, con caras nuevas en su banquillo, vencía a Islandia y se postulaba como otro de los aspirantes a hacer algo en este Mundial.