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«No vamos a cobrar algo antes de marzo, llevan a Virtisú al cierre»

Les cortaron la luz y el gas. Les deben las nóminas desde octubre. Esa es la realidad de los 105 trabajadores de Virtisú, la empresa papelera de Aranguren, en Zalla. Es propiedad de la alicantina Jofel que les ha ofrecido medio año en suspensión. Los trabajadores dicen que sería «la muerte de la empresa».

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Juanjo BASTERRA

La alarma roja se ha encendido, de nuevo, en Aranguren, un barrio papelero de Zalla. Los 105 trabajadores de Virtisú, que pertenece al grupo alicantino Jofel, aunque los terrenos y la maquinaria son de la Diputación de Bizkaia, llevan ya tres nóminas sin recibir, «y nos acercamos a la cuarta. Nos adeudan una media de entre 6.000 y 10.000 euros» a cada trabajador. En este momento de crisis económica ese peso sobre las espaldas de los trabajadores de Enkarterriak pone «los pelos de punta», como confirmaron a GARA algunos de ellos. Todas las promesas de los alcaldes de la zona explicando que llegarían inversiones para la comarca, cada vez más deprimida, no se convierten en realidad y el malestar de la población crece. No hace muchos años SPRI y el Departamento de Industria del Ejecutivo de Gasteiz consideraban positiva la reestructuración que se había practicado en el sector papelero vasco y admitía, por otro lado, que la Papelera Aranguren, del grupo Papelera española, que se había desgajado en Pastguren y Virtisú, tenía «un futuro prometedor». El informe se publicó en 2006, pero Pastguren cerró en 2009. Fabricaba pasta precisamente para Virtisú, porque ocupaba una parte de la antigua Papelera Aranguren. Estaban puerta con puerta, es más «la pasta llegaba por una tubería a la empresa», pero Pastguren cerró.

Se extienden los problemas

Ese futuro en positivo se ha tornado en gris para la plantilla de Virtisú. Como admite el grupo Jofel, «ha dado beneficios hasta 2012, que ha perdido un millón de euros», como ha transmitido la empresa «sin aportar documento económico alguno», según explicó a GARA, Iñaki San Andrés, representante de ELA en la papelera. Hasta este año pasado, la empresa ha contado con beneficios. Lo que más molestó a ELA y LAB, que son los dos sindicatos que están representados en el comité, fue que la dirección del grupo actuó a espaldas de los trabajadores «porque nos enteramos de que había solicitado un preconcurso por medios no oficiales».

Fue a mediados de diciembre, aunque para entonces los trabajadores sospechaban algo «porque desde octubre estamos sin cobrar». Al empezar a recabar información se desveló todo. Otra parte importante de esta crítica situación se encuentra en que la Diputación de Bizkaia «ha tenido que estar enterada de lo que está ocurriendo» y «de momento, desconocemos qué ha dicho la empresa». Diputación entregó 15 millones a la empresa para salir adelante, es dueña de las instalaciones y de la maquinaria «pero a los trabajadores nadie nos dice nada».

San Andrés admite que esta próxima semana mantendrán un contacto con Diputación donde esperan dilucidar todos estos extremos. Lo que tienen claro los trabajadores es que «no aceptamos un expediente de suspensión de empleo para seis meses, como nos pusieron encima de la mesa este pasado jueves. Porque es una barbaridad y, desde luego, nos dejaría fuera del mercado. Sería el cierre directo de la planta de Aranguren. Sería ir a la agonía de esta empresa, sería cerrarla», precisó el sindicalista.

Nadie entiende que el grupo Jofel siga diciendo que «la planta es rentable» y haya tomado esa posición «que es de no seguir con la empresa. Ha provocado este conflicto para aprovechar el momento». Porque, mientras Virtisú se encuentra con problemas, la otra planta del grupo en Capellades, Catalunya, sigue produciendo y «en cambio, allí nos dijeron que van a presentar un ERE rotatorio. Aquí nos incluyen a todos». Por eso, el representante de ELA concluyó que «buscan que esta planta salte por los aires», es decir «que nos quedemos sin futuro».

Los 105 trabajadores de Enkarterriak han pedido «implicación» de la Diputación de Bizkaia, ya que es «propietaria de los terrenos y de la maquinaria que explota Virtisú, tras la compra que realizó a finales del 2006 por valor de 15 millones».

En este sentido, Iñaki San Andrés, de ELA, adelantó a GARA que en la reunión que se va a celebrar en la Diputación de Bizkaia «vamos a exigir que como propietaria de la empresa exija una solución con garantía de futuro, porque como he dicho antes, salvo en el año 2012 no ha habido pérdidas económicas, y esas habrá que verlas».

Enkarterriak se tambalea, una vez más, por las perspectivas negativas

Los problemas en Enkarterriak no son nuevos, ya que se arrastran desde hace años. Se han cerrado empresas como Reckitt Benkisser, Muebles Justo Zorrila, Muebles Leitab, Carpintería San Esteban, Artazi, Muebles Encartaciones, Conlape, Intraplas, Pastguren y Mure. De estas empresas, según los datos sindicales, se perdieron de forma directa más de 700 puestos de trabajo. En estos momentos hay más de 200 empleos comprometidos.

Otras empresas de la zona redujeron sus plantillas, como Muebles El Paraíso, Gebipu, Forestal Gordexola, Caliven, Guvac, Elastómeros Técnicos Industriales, Panadería Santa Ana, Excavaciones Santamaria, Pealpack, Handling-Fluid, Marmoleroa Gundín, Konecta BTO, Troquelería Enkarterri, Talleres Olakoaga, Hormigones y Aridos, etc.

La tasa de paro en algunos municipios de esta amplia comarca vizcaina ronda ya el 20%. J. B.

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