Por si algún despistado no sabía que el viejo San Mamés tiene los días más que contados y por si más de un nostálgico se resistía a creerlo, el club que preside Josu Urrutia quiere que los socios, los aficionados, comiencen a hacerse a la idea y despedirse de La Catedral, y para ello ha planeado una serie de iniciativas que ayuden a digerir mejor un adiós que incluso a apenas cinco meses vista, parece imposible. Será en junio cuando las insensibles máquinas la emprendan con la Tribuna Principal, la misma que ayer acogió el adelanto de algunas de las propuestas que la Junta Directiva tiene perfiladas y otras que están por concretar. Lo que sí parece fijo es que el balón rodará ese último día y será el que despida a La Catedral.

Un siglo se cumplía ayer de la colocación de la primera piedra del estadio y tal efeméride quiso aprovecharla el club para avanzar algunas de esas iniciativas que verán la luz en los próximos meses. De momento, ante el Atlético, el capitán de los locales entregará una réplica del campo a su homólogo rival, gesto que se tendrán con los siguientes visitantes y también con los que ya han desfilado por el césped bilbaino.

El epílogo lo pondrá, probablemente, un partido de despedida, de clausura, que tendrá lugar la semana inmediatamente después al partido en Vallecas ante el Rayo, el 1 de junio, aunque la definición del cartel está aún en el aire, según se limitó a apuntar Josu Urrutia. Los problemas de fechas al final de la temporada complican, admitió no obstante, esa pretensión y hacen que el rival, de haberlo, aún no pueda estar confirmado.

Hasta entonces, el club ha previsto una exposición fotográfica en el Museo, la edición de un libro -el autor será Joseba Moro, coleccionista y responsable de la colección de cromos expuesta en el propio Museo- y un documental, con la historia del estadio como protagonista.

Estas son las ideas ya confirmadas, lo que no quita que desde Ibaigane se trabaje en otras iniciativas, como la de repartir pedazos de los tepes del campo, que, a preguntas de la prensa, el presidente rojiblanco no descartó. Serán, en cualquier caso, junto a un logo sobre los cien años de La Catedral que se puede ver ya en las afueras del campo -tapa desde ayer el escudo que se ve desde Pozas-, el recordatorio de que San Mamés echará la persiana en breve.

Se llamará San Mamés, sin Barria

Un día de celebración por esos cien años y un día en que se inicia la cuenta atrás, y en el que el máximo mandatario de la entidad rojiblanca invitó a socios y aficionados a ir asimilando. Una especie de crónica de una muerte anunciada en la que cada cual haga repaso de lo vivido en torno a ese verde, de, como dijo, «los momentos buenos y los malos, pero siempre especiales e inolvidables».

Una atmósfera, un ambiente «que nos hace sentir orgullosos» y siempre venerado por los equipos visitantes, pero imposible de describir con palabras, lo describió Urrutia, y que pasa a ser ahora el principal objetivo para el club: que el nuevo y moderno estadio logre transmitir esas mismas sensaciones. «Estoy seguro de que lo lograremos», se mostró convencido Josu Urrutia en su intervención.

Una comparecencia del mandamás rojiblanco que sirvió también para poner un punto sobre la `i' y dejar otro en el aire. El primero, sobre el nombre del nuevo campo, cuando Urrutia habló de ese clima a forjar en el futuro campo «de San Mamés... por si había alguna sobre su nombre», apostilló, remarcando que ese, sin la coletilla `Barria', será su nombre.

Donde ya no supo atinar fue respecto al destino que aguarda al emblemático arco que corona la Tribuna Principal -construido hace 60 años- y también el logo presentado ayer sobre el centenario. «La decisión corresponde a San Mames Barria -sociedad integrada por Athletic, BBK y Diputación vizcaina- y se barajan varias opciones».