París justifica la respuesta de Argel y se siente más legitimada en Mali
Las fuerzas de seguridad argelinas encontraron ayer los cuerpos de otros 25 rehenes extranjeros al examinar la planta gasística de In Amenas, tras concluir la víspera el enfrentamiento con islamistas al término de cuatro días de secuestro. El Gobierno francés ha justificado la respuesta argelina al asalto y afirma sentirse más legitimada en Mali, de donde pretende expulsar a todas las fuerzas yihadistas.
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El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, consideró ayer que el ataque que salafistas perpetraron contra el complejo gasístico de In Amenas fue «un acto de guerra», y por eso se justifica la respuesta de Argelia, que «no tenía otra solución que reaccionar como si estuviera en guerra». Argumentó que en una acción en que «hay tanta gente», como ocurrió en el complejo gasístico del desierto argelino, «no se puede hablar de toma de rehenes, es un verdadero acto de guerra» que había sido preparado desde hacía tiempo.
Le Drian se reafirmó así en la posición marcada desde el sábado por el presidente francés, François Hollande, de apoyar a las autoridades argelinas frente a las críticas a su operación militar para terminar con el ataque del grupo yihadista. Consideró que «Argelia ha demostrado que no aceptará agresiones de este tipo».
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, también dio por buena la actuación argelina al insistir en que la responsabilidad de estas muertes «recae sobre los terroristas».
La operación militar en Mali durará «el tiempo necesario para vencer al terrorismo en esa parte de África» y con ese objetivo se está trabajando en la constitución de una fuerza de los países africanos de la región que se desplegará «en el plazo más breve posible», había declarado Hollande el sábado en una visita a Tulle.
Le Drian detalló ayer que el objetivo final de la intervención militar lanzada por París es «la reconquista total de Mali, no vamos a dejar que queden bolsas» de resistencia en las que puedan seguir desarrollándose los grupos yihadistas con diferentes tráficos. El ministro de Defensa reiteró la idea de que «Francia tiene intención de pasar el relevo a las fuerzas africanas (...), cuanto antes, mejor», aunque puntualizó que si las tropas llegadas de otros países de la región se lo solicitan, podrán prestarles ayuda.
Una cuestión delicada es la ausencia de tropas de otros países europeos. Fabius recalcó que la UE carece de una política común de defensa y reconoció que querría que otros estados europeos se implicaran más, más allá de la misión de formación del Ejército de Mali o el apoyo logístico al transporte de medios militares.
«Están vivos»
El presidente Hollande recibió en la tarde de ayer a los familiares de los siete rehenes franceses secuestrados en el Sahel, a los que trató de transmitir el compromiso de que su Gobierno hará lo posible para liberarlos, sin descartar nada, aunque la operación en Mali ha podido complicar ese desenlace. Le Drian informó de que esos rehenes franceses, capturados en Mali y Níger en los tres últimos años por grupos vinculados a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), «están vivos y hay contactos» con los captores.
En In Amenas, la situación seguía siendo confusa. Tras la recuperación el sábado, por fuerzas especiales del Ejército argelino, de la planta gasística, ayer persistía la confusión sobre la suerte de muchos de los rehenes que permanecieron en manos del grupo salafista.
Si el sábado se afirmaba que todos los asaltantes habían fallecido, ayer se corregía ese dato. Cinco de los miembros del grupo asaltante han sido capturados con vida por el Ejército, según fuentes oficiales argelinas.
Siguen las dudas en torno a las víctimas extranjeras. Japón indica que carece de noticias sobre diez de sus ciudadanos. Seis británicos fallecieron o desaparecieron. Dos de los seis rumanos que se hallaban en el complejo también habrían fallecido. La petrolera noruega Statoil manifestó ayer que todavía desconoce la suerte de sus cinco empleados desaparecidos en la planta. También hay víctimas francesas, estadounidenses, filipinas y colombianas.
El grupo islamista Ansaru se ha atribuido la responsabilidad del ataque que tuvo lugar el sábado contra las tropas nigerianas que se dirigían a Mali y que acabó con la vida de dos soldados, según informó ayer el periódico online «Desert Herald».
El sábado, un grupo armado disparó contra un convoy de tropas que se dirigía a Mali en el estado de Kogi, en el noreste del país, matando a dos soldados e hiriendo a otros ocho. El «Desert Herald» ha publicado un comunicado en el que el grupo cuyo nombre completo es Jama'atu Ansarul Musilimina Fi Biladis Sudan -que significa Vanguardias para la Protección de los Musulmanes en el África Negra- explica que el ataque del sábado forma parte de una misión para impedir que las tropas nigerianas se unan a las potencias occidentales en su «intento de destruir el imperio islámico en Mali». «Estamos advirtiendo a los países africanos de que dejen de ayudar a los países occidentales en su lucha contra el islam y los musulmanes o que se enfrenten a las más que posibles dificultades», amenazó el grupo.
A pesar de ello, el primer contingente senegalés, compuesto por 60 soldados, partió ayer con destino a Bamako para integrarse en la Misión Internacional de Apoyo a Mali liderada por África (AFISMA, por sus siglas en inglés), informó la emisora local RFM.
Entretanto, las tropas francesas continúan con sus bombardeos. La aviación ha bombardeado las posiciones yihadistas en las regiones de Gao y Tombuctú en los últimos días y seguirá atacando los centros de mando de estas milicias, afirmó ayer el titular de Defensa. GARA
El líder del grupo Los que Firman con Sangre, Mojtar Belmojtar, asumió a través de un vídeo la responsabilidad del asalto de la planta, «una represalia contra la intervención extranjera contra las milicias islamistas de Mali».
