La 21ª jornada se saldó con resultados dispares, que confirman las tendencias que vienen marcando los equipos. Excelente en el caso de Barakaldo y Tudelano; irregular en el de Real Unión y, con generosidad, Osasuna; y realmente mala en lo concerniente a un Izarra que no levanta cabeza.

Y al que, como suele suceder en estos casos, no le acompaña la suerte. Ayer, como sucediera la semana pasada en Gal, el equipo de Chechu Martínez -que no ha podido celebrar la victoria desde que llegó al banquillo- falló un penalti. Así que ni siquiera pudo salvar un punto ante un rival directo como el Teruel, que ganó en Merkatondoa (0-1) con gol de Mitogo en el 46 y que deja al Izarra a nueve puntos de la salvación.

Bastante más cerca, a apenas uno, está Osasuna, pese a que alterna cal y arena a partes casi iguales. Ayer se tuvo que conformar con las tablas (2-2) ante el colista Racing B en la piscina de La Albericia. Galán adelantó a los rojillos a los diez minutos, Mariano y Tato voltearon para el filial cántabro y Unai -cuando el Promesas jugaba ya con diez por la expulsión de Ekhi- anotó el definitivo 2-2.

La ola buena

En la parte alta de la tabla, el Barakaldo enlazó su sexto partido en positivo -y con la portería inmaculada- a costa de un Real Unión (2-0) que sigue gomeando con los puestos de play-off. Unai Medina, de penalti en el minuto cinco, y Camino, un cuarto de hora después, firmaron los goles de la justa victoria fabril.

Entre ambos se sitúa en la clasificación el Tudelano, que también parece haberse subido a la ola buena, enlazando dos empates y dos victorias. La última, la que consuguió ayer ante un irregular Noja (1-0). Jordi Martí anotó el único gol del choque nada más comenzar el partido para aupar al equipo de Txema Lumbreras hasta la sexta plaza de la clasificación.