Hoy se deciden las cuatro eliminatorias de octavos que quedan, con dos favoritos bastante claros (Croacia y Eslovenia ante Bielorrusia y Egipto), y dos partidos con pronóstico más incierto, por más que pueda parecer que el carácter de anfitrión es suficiente para que España avance en el campeonato.

SERBIA-ESPAÑA (19.00, Zaragoza). El partido más atractivo del día. Los cruces ponen a prueba el potencial real de cada equipo y el temple de los jugadores. El entorno de la selección española da por sentado que optará a las medallas, pero el equipo de Valero Rivera ha mostrado carencias ante Hungría y Croacia y no accede al primer cruce directo con la confianza en su juego que se supone que se debe adquirir en la liguilla previa, con varios partidos de mero trámite. Si España no puede correr al contragolpe tiene problemas en el ataque organizado (entre los aspirantes, es de los que más lanza desde 9 metros, pero con peores porcentajes), pero para contraatacar debe defender bien y recuperar balones, y para ello necesita hacer cambios ataque-defensa. Sus rivales lo saben, y le castigan. Pese a todo, juega en casa y eso cuenta a su favor. Serbia «eligió» esta eliminatoria y echará el resto. Su principal poder reside en su primera línea, donde cuenta con dos cañoneros como Ilic (30 goles) y Vujin (22), con Nenadic en la recámara, y también destacan sus extremos Prodanovic y Nikcevic.

CROACIA-BIELORRUSIA (21.30, Zaragoza). Ante los amplios recursos de Croacia -pese a los problemas físicos de Lackovic, inédito en las cuatro primeras jornadas, y sustituído finalmente por Maric para el partido ante España-, Bielorrusia puede oponer la calidad del mayor de los hermanos Rutenka, Siarhei, el jugador del Barça, máximo goleador de la primera fase con 42 tantos, y el que más ha lanzado a gol de todas las selecciones, 61 veces. En su equipo ha hecho uno de cada cuatro lanzamientos hasta ahora. Si él brilla esta noche, Bielorrusia podrá oponer resistencia, pero superar a Croacia queda fuera del alcance de esta selección bielorrusa.

ESLOVENIA-EGIPTO (19.00, Barcelona). Eslovenia, junto a Dinamarca y Croacia, han sido las únicas selecciones que han ganado los cinco partidos de la liguilla previa. Los eslovenos están realizando su mejor papel en su sexta participación en un Mundial, y todo apunta a que lograrán ratificarla esta tarde ante Egipto. Tiene un buen siete titular, dirigido por el veterano central Zorman, con dos laterales jóvenes que están funcionando bien (Dolenec y Mackovsek), y dos extremos veteranos, Luka Zvizej y sobre todo su máximo goleador, Gajic. Skof está haciendo una buena labor en la portería, bien secundado por Prost, incorporado a última hora, y que ha dejado el Montpellier salpicado por el escándalo del amaño de un partido de Liga. El cruce es asequible, aunque Egipto ha sido tradicionalmente la mejor de las selecciones africanas y, aunque no atraviesa su mejor momento, tiene experiencia, y su presión defensiva puede crear apuros a Eslovenia.

HUNGRÍA-POLONIA (21.30, Barcelona). A priori, el partido más igualado de la jornada. Polonia ha recuperado su posición entre las mejores en los últimos años, incluyendo dos medallas en los Mundiales de Alemania 2007 (plata) y Croacia 2009 (bronce). Hungría también se ha metido entre las 8-10 mejores en los últimos campeonatos, y el refuerzo de Nagy les ha permitido aspirar a metas más altas. Equipos centroeuropeos, en los que domina el juego más físico, la calidad del central húngaro Csaszar, o la del goleador polaco Jurecki, podrían decidir.