Un solo partido, apenas hora y media, puede convertirse en una base tan sólida como el más profundo de los cimientos. Incluso un partido que no se gana o que empieza tan mal como lo hizo el del Villamarín. A los rojiblancos les toca demostrar ahora que lo del lunes fue, efectivamente, el signo de una nueva fase, y no la ilusión efímera a la que se aferra el desesperado como el náufrago lo hace a una rama en medio del mar.

Una necesidad colectiva, esta del cambio, pero también personal. Pocos jugadores -es posible que Aritz Aduriz sea el único-, se han ganado el aprobado en la primera vuelta y de su mejora individual depende en gran medida que el equipo remonte, en imagen y resultados, de aquí a final de temporada. Aunque el mal ha sido común, los dedos han apuntado con especial, y en muchas ocasiones injusta, insistencia a un puñado de futbolistas, bien porque su calidad o su experiencia les convierte en los encargados de liderar al equipo, bien porque el bajón de su rendimiento respecto a la temporada pasada ha sido especialmemente acusado.

Entre ellos se encuentra Iker Muniain. Que en estos últimos meses, evidentemente, no ha sido el jugador que fue y que debería ser, pero al que seguro que tampoco ha ayudado el haberse convertido en el foco de críticas que, en bastantes ocasiones, han desbordado el terreno estrictamente deportivo. El jugador navarro asume que ni lo ha hecho, ni lo ha pasado bien, pero confía en que el principio de la segunda vuelta se haya convertido en un punto de inflexión. «Los últimos meses no he estado bien anímicamente por todo lo que ha pasado. Ahora estoy empezando a recuperarme, a sentirme bien. Pero creo que el principal problema -explica- es que físicamente no he terminado de encontrarme bien desde que empezó la temporada. Y si no me encuentro bien físicamente, lógicamente tampoco puedo dar mi mejor versión. El tema de las críticas, quieras que no, también influye. Creo que en ciertas ocasiones no se ha sido justo conmigo, aunque son cosas con las que tengo que convivir y que tampoco me tienen que preocupar demasiado».

Lo cierto es que entre su rendimiento, el ambiente que se ha generado por momentos en torno a su figura y los acontecimientos a los que ha tenido que hacer frente este curso la familia rojiblanca, muchos han apuntado su nombre en una lista que encabezan Javi Martínez y Fernando Llorente y en la que, probablemente, aparecerá en breve Fernando Amorebieta. Muniain zanja cualquier duda al respecto. «Estoy muy contento aquí. Tengo contrato hasta 2015 y por mi cabeza no pasa nada de eso. Yo voy a aprovechar cada minuto que esté en este club y ojalá que sean muchos años», asegura el de la Txantrea que, pese a reconocer que la existencia de un topo en la caseta «no nos gusta», también desmiente rumores sobre posibles malos rollos en la plantilla. «El ambiente es extraordinario. Tenemos un buen rollo magnífico, tenemos una relación buenísima. Yo creo que la caseta está siendo fuerte y que vamos a sacar esto adelante».

Mejoría

La otra pata de la remontada que ansía la familia rojiblanca, la que se ve exclusivamente sobre el terreno de juego, pareció empezar a asomar el pasado lunes frente al Betis. En lo personal y en lo colectivo. «Me encontré bastante mejor de lo que me venía encontrando hasta ahora, tanto físicamente como en las acciones que tuve con la pelota. Ojalá empiece una buena dinámica. Yo creo que estoy trabajando bien para encontrar mi nivel y ojalá esté pronto al cien por cien», aseguró Muniain, que no dio especial relevancia al cambio a una posición en que pareció encontrarse más cómodo -«me encuentro bien en las dos», señaló- y menos aún lo hizo con su enfado al ser sustituído. «Respeto cada una de las decisiones del míster totalmente. Más bien fue un enfado conmigo mismo porque a todos los jugadores nos gusta jugar todos los minutos. Quizá el día que no me enfade cuando salgo del campo sea cuando empiece a preocuparme», sonrió.

Lo cierto es que Muniain se encontró mejor y el equipo también ofreció señales para el optimismo. «No empezamos el partido de la mejor manera, pero el equipo reaccionó bien e hizo un gran partido contra un rival que está en los puestos de arriba, incluso como para merecerse los tres puntos», destacó el navarro, que vio a un Athletic más «parecido al de la temporada pasada, ojalá a partir de ahora sigamos así, con buen fútbol y sumando de tres en tres». Y que, sobre todo, ahora espera «hacer bueno el empate del lunes ganando al Atlético de Madrid. No llevamos una buena racha en San Mamés y el público se merece que ganemos de una vez por todas. Y creo que es el rival perfecto y el momento ideal para conseguir la primera victoria del año en San Mamés», confió.