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«Los clubes quieren a un Messi al precio de Iñaki Bea»

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Iñaki Bea

Exfutbolista y agente de jugadores

Natural de la localidad alavesa de Amurrio (27-6-1978), en la temporada 2007-2008 debutó en Primera División de la mano del Valladolid y de su entrenador José Luis Mendilibar. En Zorrilla permaneció tres campañas, para recalar luego en el Murcia y de ahí, aventurarse en el fútbol austríaco. Tres años en el Wacker Innsbruck y ahora, desde hace solo unos meses, dedicado al mundo de los agentes de futbolistas.

Joseba VIVANCO

En cuanto puede se presenta en su Amurrio natal, aunque por ahora ha fijado su nueva residencia en la ciudad alemana de Pforzheim, por cierto, hermanada con Gernika, y próxima a Suiza y Austria, zona por la que se mueve en su nuevo cometido de agente de jugadores. El mundo del fútbol, tras colgar las botas, le ha dado otra oportunidad e Iñaki Bea quiere aprovecharla.

Cuando empezó en serio en esto del fútbol, ¿dónde se veía?

Al empezar de txiki nunca soñé con llegar a Primera Division. El punto de inflexión fue cuando salí de Amurrio para ir a Laudio en edad de juvenil. No me fijé ninguna meta, simplemente podía ser llegar a Tercera. Luego fui subiendo escalones, de ahí pase al Amorebieta.... No he sido nunca un gran soñador... hasta ahora. Ahora me encanta soñar, me dejo llevar más por el corazón que por la razón, con todo lo que eso entraña. Podría haber vuelto a casa, pero opté por seguir en Alemania y dar un paso muy difícil.

¿Qué balance hace al echar la vista atrás?

Que he sido feliz, que he dejado miles de amigos por donde he pasado, que he sido honrado conmigo mismo, con el club al que he representado. No me gusta mucho mirar para atrás, me da por llorar de nostalgia.

¿Con qué se queda de su etapa como futbolista?

Quedarme, con los ascensos, con los amigos que he conocido, con el ambiente de vestuario, con el miedo al fracaso antes de un partido, con las concentraciones. Lo peor, cuando uno comete un error, las lesiones...

Valladolid, Murcia... y, finalmente, a Austria. ¿Cómo resultó la experiencia austríaca en lo personal, uno logra acostumbrarse a ser futbolista en el extranjero?

Ser inmigrante es muy duro, aunque yo nunca me sentí inmigrante en Austria; tenía un tío que se preocupaba por mí, dinero en el bolsillo. Es más, si me tocara la lotería, fijaba mi residencia en Tirol; ha sido un flechazo. Llegué sin saber una palabra de alemán y me voy contando chistes en alemán. Este año, sí es verdad, he vivido lo mas duro de mi vida. Llegar a un sitio (Pforzheim) sin conocer a nadie, no tener ingresos, tener que arreglar situaciones de vivienda, de todo en general.

¿Por qué no fructificó ese salto de Austria a continuar jugando en Alemania?

Yo quería seguir en Austria, en Innsbruck. El club optó por apostar por gente joven y de Tirol, algo muy respetable. Tengo muy buena relacion con el secretario técnico, la afición me quiere, cada vez que puedo estoy en Tivoli apoyando al equipo. Quería un país de lengua alemana. Siempre dije: prefiero poner hamburguesas en un país de esta lengua que jugar al fútbol en otro sitio. Caí en manos de un canalla, me trajo una oferta de un equipo amateur, no cumplieron pagos, todo salió mal. No me arrepiento, los fracasos y errores te enseñan cosas.

Hoy, son cada vez más los futbolistas del campeonato español que se buscan las alubias fuera. ¿Recomienda la experiencia?

Por la crisis claro, pero también porque hay mucho representante que se ha movido, que ha abierto mercado. Yo, por ejemplo, quería salir y perdoné dos años de contrato con el Murcia. Siempre he tenido un punto bohemio.

Si echamos un vistazo a algunos destinos muchas veces uno se pregunta ¿pero cómo se ha ido a jugar a Kazajistán, a la India...?

No lo sé. Yo tenía claro que mi destino era Suecia, Noruega, Austria..., en ningún caso Rumanía, Grecia, Azerbayán. Me imagino que muchos lo harán por dinero.

Pero ¿recomendaría a jugadores de categorías inferiores, como Tercera, probar y ver mundo futbolístico o resulta arriesgado?

Es difícil. No dependes de ti, dependes de un club que te dé esa oportunidad. No es fácil salir. La vida en el extranjero no es nada fácil, es diaramente superar barreras. Hay gente que lo logra, otros no se adaptan.

De colgar las botas, en su caso a trabajar en el mundillo de los agentes de futbolistas, ¿cómo surgió?

Pues me llamaron de Promoesportbcn, una agencia grande, seria. Me encanta el trabajo en equipo, ellos quieren crecer y yo quiero ir de la mano.

¿Qué futbolistas conocidos del público lleva su agencia?

Pues a Kanouté, Diego Alves (Valencia), Felipe Melo (Galatasaray), Iago Aspas (Celta), Weligton (Málaga), Damiá (Osasuna), también a Isma López.

A pesar del poco tiempo que lleva ¿qué impresión le merece todo ese mundillo?

Que nadie piense que es un trabajo fácil, hay que viajar mucho, mucho estrés, muchos fines de semana ocupados, muchas preocupaciones y muchas decisiones a tomar.

¿Por dónde se mueve?

Principalmente visito gente en Alemania, Austria y Suiza. Veo mucho fútbol para servir de scouting a clubes españoles.

Y uno de sus aciertos ha sido el alémán del Valladolid Ebert...

Sí, está de moda. Fue casualidad, un chollo que es difícil que vuelva a salir. Me llamó mi gran amigo Marcos (secretario tecnico del Valladolid). Me pidió un extremo derecho. «Gordo, aquí hay un chico, un cañón, se llama Ebert, está sin equipo, la decisión es tuya», le contesté. Cinco minutos más tarde me llamó, «lo quiero», dijo. Viajé a donde él, me reuní y arreglamos todo. Marcos tiene un ojo brutal.

¿Ha cambiado su percepción sobre el papel de los representantes de jugadores?

Hay de todo, es lógico. Como jugador tenía a Luis Villasante, un tío muy honrado, colaboro todavía con él. Es un mundo en el que la gente cree que es fácil ganar dinero, y no es así, se puede ganar dinero pero ni fácil, ni rápido. No me tengo como espejo de nadie. Mi objetivo es ser yo mismo y tener por bandera la honradez y la sinceridad.

¿Le han sorprendido cómo se cierran los fichajes?

De momento soy novato, vuelve a preguntarme esto dentro de dos temporadas...

¿Qué suelen pedir los clubes, bueno y barato, como en el súper?

Correcto, quieren a Messi a precio de Iñaki Bea. Cada mercado es diferente. La Liga española pide rendimiento; la Bundesliga pide juventud y proyección. Aquí en Alemania hay más paciencia con los jugadores.

¿Hay ahora mismo dinero en el fútbol como para hacer grandes desembolsos o eso es cosa de cuatro equipos?

En España, por el tema de televisiones es cosa de cuatro equipos. En Alemania, en cambio, está todo mejor organizado, las entradas son más baratas y les gusta más ir al fútbol. En España, en cambio, a la gente le gusta el fútbol en el bar.

 
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