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Retirados los muñecos de la película «Django desencadenado» por burlarse de la esclavitud

Las protestas de los grupos de activistas afroamericanos y por los Derechos Civiles han hecho que los muñecos de la película «Django desencadenado» sean retirados de la venta, tras la decisión tomada por los hermanos Weinstein, propietarios del merchandising.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

Algunos comentaristas quisieron quitar relevancia a las declaraciones iniciales de Spike Lee ante el estreno de «Django desencadenado», alegando que un alto porcentaje del público que estaba acudiendo a ver la película en las salas estadounidenses era de raza negra. Pero las protestas de la comunidad afroamericana se dejan sentir cada vez con más fuerza, lo que va emparejado a la propia repercusión comercial de la exitosa cinta de Tarantino, que lleva ya recaudados 130 millones de dólares en EEUU y Canadá, cuando sólo ha costado cuarenta. Una cosa no quita la otra, y de momento el boicot ha recpercutido directamente en el merchandising.

Temerosos de que la campaña en contra pueda perjudicar a la película de cara a la entrega de los Oscar, los hermanos Weinstein han entonado el mea culpa, como propietarios de los derechos de explotación. Ellos son los fabricantes de los muñecos a través de la compañía de juguetes NECA, y han manifestado que retiran el producto de la venta porque su intención no era ofender a la comunidad afroamericana.

Esta vez la voz que se ha dejado oír con más fuerza ha sido la de Najee Ali, al frente de Project Islamic Hope. Pero han sido muchas las asociaciones afroamericanas y por los Derechos Civiles que han denunciado la existencia de unos juguetes que reproducen roles de la época de la esclavitud, a su juicio, trivializándola.

Los muñecos esclavos

La prensa los ha bautizado como los «muñecos esclavos», con lo que han acabado constituyendo una mala publicidad para la película de Tarantino, quien siempre ha defendido que su intención no ha sido la de burlarse de la esclavitud.

En mi artículo anterior ya adelanté que la caracterización de Samuel L. Jackson podía ser tomada como una provocación, lo que se ha visto consumado al materializarse en el muñequito de plástico a escala. Forma parte de la colección, junto a los que reproducen los personajes de Jamie Foxx y Kerry Washington, por el lado de los esclavos. Luego hay otros tres blancos, que son los correspondientes a Christoph Waltz, Leonardo Di Caprio y James Remar.

Es de suponer que estos objetos de colecionismo subirán de precio, dada la imposibilidad para hacerse con ellos en las tiendas especializadas. De salida ya iban destinados al público adulto y cinéfilo, pero de ahora en adelante van a estar al alcance de muy pocos bolsillos en las subastas de Internet. Todo lo tarantiniano vende, y sus muñequitos diabólicos más.

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