Ayer la prensa allende el Ebro abría sus ediciones refiriéndose al «desafío soberanista» catalán. Pero no se refería a la aprobación de la Declaración de Soberanía, sino a la «guerra», el «cisma» o el el «resquebrajamiento» de CiU.

«El País» titulaba: «El pulso soberanista hace estallar el conflicto entre Mas y Duran». Eso del soberanismo tiene que ser algo muy malo, porque, según el mismo diario, «La votación de hoy en el Parlament también convulsiona al PSC».

«Abc» hablaba de «Guerra en CiU por la declaración soberanista», y también aseguraba que el PSC «teme la ruptura de su grupo en la votación independentista de hoy».

«El Mundo», veía a «CiU al borde del cisma por la declaración soberanista», y titulaba su editorial «Mas se empieza a quedar solo en su viaje soberanista». Ya, y en el Parlament son mayoría PP y Ciutadans, ¿no?

También «La Razón» titulaba sobre ese asunto en primera: «Se acabó la fiesta soberanista: Convergència y Unió se resquebraja a 24 horas de votar el texto». Vaya, se acordó de la Declaración. Y es que en su sección `Las caras de la noticia' dedicaba una flecha hacia abajo al diputado de ERC en el Congreso Alfred Bosch porque «Acusó a militares, exmilitares y miembros del PP de estar `provocando' y `amenazando' a los secesionistas. Bosch tiene problemas. Se siente amenazado y perseguido pese a que el mundo le ignora». Pues las y los votantes de su país, no. Esas y esos ignoran un poco más, por ejemplo, al PP. Menuda forma de ignorar la de «La Razón» y la demás prensa de extremo centro, ofreciendo páginas y páginas al «desafío» de quienes tanto ignoran. En fin, quien no se consuela es porque no quiere.

«Libertad digital» se refería a la polémica en CiU y en el PSC, pero daba preferencia a otra noticia: «Los Mossos exhiben dos banderas españolas contra Mas», pero no debido a la votación de ayer, sino por otro motivo: «Los agentes han utilizado el español y la bandera de nuestro país para protestar contra los recortes en un pleno clave para Artur Mas». Claro, porque, al parecer, el catalán es el culpable de los recortes. Y mantenía en su web la entrevista radiofónica a Jaime Mayor Oreja en «Es la mañana de Federico», en la que pedía «cambiar de estrategia en Cataluña y `trabajar ya en la confrontación política'». Este lo tiene más claro. Hasta el delirio.