El presidente del Parlamento navarro y número dos de UPN, Alberto Catalán, admitió ayer la posibilidad de un adelanto electoral al afirmar que «si la situación se hace insostenible, habrá que hacer algo». Por el momento se limitó a exponer que «habrá que ver» cómo evoluciona la situación.

UPN se halla en minoría parlamentaria desde que en junio echara al PSN del Gobierno de coalición. Esta soledad ya le ha costado la devolución del proyecto de presupuestos para 2013, aunque ha terminado aprobando otro muy similar.

Obviamente, la presidenta, Yolanda Barcina, evita hablar de adelanto, ya que es ella la que tendría que disolver el Parlamento. Sin embargo, su antecesor, Miguel Sanz, ya expuso en noviembre en una conversación informal que lo lógico sería que se convocaran en «unos ocho meses», lo que fija el horizonte probable al final de este curso, después del congreso que UPN hará en marzo. Alberto Catalán tambien admite ahora esta opción.