«Damos datos sobre los GAL que deberían haber suscitado una investigación judicial»
Periodista-Realizador de «GAL: asesinos de Estado»
Bruno Fay es un periodista independiente que investigó durante dieciocho meses, junto a su amigo y colega Xavier Muntz, para realizar este documental que retrata la historia de los GAL. Residente en Hendaia, también ha escrito el libro «Complocracia. Investigación en las fuentes del nuevo conspiracionismo» que trata de descifrar el modo de empleo de las nuevas teorías del complot.
Idoia ERASO | URRUÑA
El documental «GAL: des tueurs d'État» (GAL: asesinos de Estado) fue estrenado en marzo en el programa «Spécial Investigation» de Canal +. Ahora ha sido seleccionado en el mercado Fipatel del FIPA que transcurre estos días en Biarritz. EITB ha adquirido los derechos del filme.
¿Qué es lo que podemos ver en el documental?
Hicimos la investigación en dos apartados. Primero hay una investigación sobre cada atentado. Retomamos las indagaciones policiales con las actas y los testigos. Nos reunimos con unas cien personas. Lo difícil era encontrar a la gente y que recordaran lo ocurrido hace veinticinco, algunos han olvidado y otros no quieren hablar. Tuvimos varias entrevistas privadas con las víctimas de los GAL, pero no quisieron hablar, lo que nos sorprendió. Investigamos también la pista de los mercenarios. En España se pararon con José Amedo, pero nosotros encontramos cinco mercenarios que no habían hablado nunca. Entre ellos hay uno, que aparece en el documental, y que accedió a ser filmado a condición de guardar el anonimato. Él nos explicó muchas cosas sobre cada atentado, informaciones nuevas que la Policía no conocía.
El segundo apartado es la investigación política. El lado de la política española es relativamente conocido, en cambio en el lado francés no se había hecho nada. Lo que queríamos saber es si París sabía que Madrid estaba detrás de los GAL y por qué el Gobierno francés aparentemente no hizo gran cosa para intervenir. Para ello nos reunimos con los responsables políticos como el colaborador de François Mitterrand Gilles Ménage o el ministro del Interior Pierre Joxe, que hablan por primera vez.
Por el lado español conseguimos una entrevista de cuatro horas con Rafael Vera, es una pena que los españoles no la hayan visto. Nos dijo muchas cosas, aunque en el documental hemos puesto muy poco por falta de tiempo. Comprendimos el mecanismo político de los GAL, cómo se estableció, cómo se paró, y cómo Francia luchó contra los GAL.
Francia comprendió bastante rápido que Madrid estaba detrás del GAL, pero por razones diplomáticas y geopolíticas prefirió tratar el GAL como una cuestión de delito común. No quiso enfrentarse a una guerra abierta para no poner en duda al Gobierno español, que era un aliado político.
Por el contrario, cuando se dice que Francia era cómplice creo que es falso. Había policías franceses que colaboraron con los GAL individualmente, pero, por el contrario, la policía realmente investigó, hizo un trabajo bastante sólido para encontrar a los mercenarios y los autores de los crímenes, pero no para seguir la pista política.
¿Lograron encajar en el documental toda la información?
En el documental hay un 10% de nuestra investigación, tenemos una enorme frustración. Pasamos dieciocho meses de investigación y descubrimos muchas cosas, pero el problema es que el formato es de 52 minutos. No está mal tener ese tiempo en Canal + sobre un tema que interesa muy poco en París.
¿Qué revelaciones les hubiese gustado mostrar?
Me habría gustado profundizar másen la creación de los GAL, por ejemplo. Explicar más la naturaleza de la cooperación antiterrorista entre Francia y España, y como evolucionó con los años. También me habría gustado explicar los atentados. Entrevistamos a un reclutador del GAL, quien durante años estuvo buscado por las autoridades francesas y que no consiguieron hallar, pero nosotros lo encontramos y charlamos con él. Nos habló claramente de un atentado que fue organizado por José Amedo, y que a él le pidió que reclutase a gente. Por ejemplo, sobre el atentado del Hotel Monbar, que es el más sangriento, aportamos un testimonio directo y pruebas de que fue José Amedo el que lo organizó. Son verdaderas informaciones que deberían de haber suscitado apertura de investigaciones en España, pero no ha sido así.
La conclusión a la que llegamos es que en España, hay una obsesión con el sentimiento de que los GAL tenían diferentes estructuras, pero según lo que hemos visto, calculando atentado por atentado, los GAL es solo uno. Hoy en día, a Amedo solo se le atribuye el secuestro de Segundo Marei, pero según lo que hemos constatado José Amedo está detrás de la organización de más de la mitad de los atentados. Y creo que Amedo es mucho más responsable de lo que se piensa. Creo que se han escondido las pistas haciendo creer que los GAL era un caos, pero en mi opinión estaba mucho más organizado y jerarquizado de lo que creemos.
¿Qué van a hacer con la información que ha quedado fuera?
Lo ideal sería que una una cadena española o vasca nos comprara el material para hacer un nuevo montaje.
¿El documental ha despertado el interés de los medios?
En el lado español estuve un poco sorprendido por la falta de reacción de los medios. Estuvimos con «El Mundo» y con periodistas de Madrid, creo que aportamos elementos nuevos sobre los GAL, pero no han sido tenidos en cuenta. Creo que se trata tal vez de amargura, un ámbito reservado a los periodistas españoles, y tal vez han ignorado voluntariamente la investigación. Cuando el documental se presentó en la prensa hubo un gran interés en el País Vasco, pero en París no hubo reacciones. El documental ha caído un poco en la indiferencia nacional, digamos que como los GAL en la época en la que existió.
¿Las autoridades les han contactado para preguntarles sobre las nuevos datos que aportan?
No, no hemos tenido ningún contacto.
¿Tuvieron dificultades para elaborar el documental?
No, ninguna. La única dificultad ha sido en la forma, el montaje y hacer las cosas comprensibles.
La producción audiovisual vasca está representada en FIPA por tres documentales: la mediatizada «Barrura begiratzeko lehioak», «Sur les pas de Jakes» («Jakesen urratsetan») que retrata la trayectoria del electo biarriztarra Jakes Abeberry y la surrealista «Emak bakia baita». Los tres se encuentran en el mercado denominado Fipatel, fuera de la selección oficial.
Dos de los documentales vascos (al igual que los otros dos extranjeros que hablan sobre Euskal Herria) tratan el tema del conflicto vasco. «Barrura begiratzeko lehioak» aporta una mirada sobre las vivencias carcelarias a través de cinco casos de militantes vascos. «Sur les pas de Jakes» repasa de la historia reciente de Ipar Euskal Herria retratando al político abertzale Jakes Abeberry.
Los otros dos documentales internacionales que hablan sobre el conflicto vasco son «GAL: des tueurs d'État» que investiga sobre las acciones llevadas a cabo dentro de la guerra sucia, y «Chronique Basque» que muestra la vida cotidiana del concejal de Arrasate Aritz Arrieta. Ambas también están presentes en el Fipatel.
El surrealismo presente en Biarritz gracias a la exposición Surrealistas, que está a punto de superar la barra de 10.000 visitantes, acoge la obra dirigida por Oskar Alegria «Emak bakia baita» en el seno del festival. El documental vasco retoma la película dirigida por Man Ray «Emak bakia» sobre su residencia de Bidarte y de ella toma toda su poesía y su estilo surrealista. Ray también está presente en la exposición de la gruta Santa Eugenia que cerrará sus puertas este domingo, junto con el Festival Internacional de Programas Audiovisuales. I. E.