Uno de los miembros del comando islamistas que atacó una planta de gas en Argelia la semana pasada había trabajado como conductor en esta instalación en In Amenas, según una fuente de seguridad. El balance del ataque y la operación del Ejército argelino es de 38 rehenes y 27 secuestradores muertos, ya que aún permanecían diez personas sin identificar o desaparecidas. Shunichi Suzuki, un alto responsable de Exteriores japonés llegó ayer a Argel para demandar explicaciones sobre la muerte de nueve de sus ciudadanos y preguntar por la suerte de otro, aún desaparecido.