ESPAÑA 28

ALEMANIA 24

Alemania mantuvo el partido en el alero durante 50 minutos, pero el bajón en su juego ofensivo en la segunda parte lastró su opción de pasar a semifinales. Su primer tiempo fue fantástico, sobre todo en ataque. Lejos del modelo tosco y lento que le ha caracterizado las últimas décadas, la renovada selección de Martin Heuberger ha reunido a un grupo de jugadores jóvenes y talentosos, que con un juego rápido y muy variado superaron a España durante la primera parte. Con Heinevetter inspirado en la portería, Klein muy desequilibrante al contraataque y en los desdoblamientos, y Haas llevando la batuta y conectando con sus pivotes Wiecek y, sobre todo, Theuerkauf, Alemania le metió el miedo en el cuerpo a España.

Sterbik seguía desaparecido (dejó su lugar a Sierra en el min. 13 y ya no volvió), y solo Tomás y Entrerríos lograban mantener el tipo. Pero una doble exclusión alemana poco antes del descanso permitió a España remontar enseguida en la reanudación, y un desacertado cara al gol Sarmiento tuvo la lucidez de empezar a buscar una y otra vez a Aginagalde, que machacó desde los seis metros y rompió la defensa alemana (7 goles de 8 remates, 6 en la segunda parte).

Heuberger se empeñó en dar minutos a sus suplentes, demasiados, porque la entrada de los Kneer (0/3), Strobel (0/1), Schmidt (que falló un penalti), Fath (0/2) y Pfhal (1/2) rompió su línea de juego, su selección de tiro fue mucho peor, el juego alemán decayó, y España recuperó balones para correr al contraataque o llevárselos cerca de los dominios de Aginagalde, que demostró con creces por qué se le ha incluído entre los cinco mejores jugadores del año 2012.