El mexicano Guillermo del Toro apadrina la puesta de largo del realizador argentino Andrés Muschietti, quien desarrolla argumentalmente un breve cortometraje de tres minutos que rodó en Barcelona hace cuatro años con el mismo título de «Mamá». El guión ha sido supervisado por Neil Cross, un profesional asentado tanto en el cine y como la televisión, con unos resultados comerciales inmediatos, puesto que la película se colocó el fin de semana de su estreno en los EEUU en el primer puesto de la taquilla.

Debido a que el corto homónimo no era más que un pequeño borrador, se hace muy difícil saber hasta qué punto el posterior largometraje refleja la personalidad de Andrés Muschietti, o cuánto exactamente coincide con la de su mecenas Guillermo Del Toro.

La cuestión es que «Mamá» se parece demasiado a otras producciones del mexicano en la línea de «El orfanato», marcadas, al igual que sus propias realizaciones «El espinazo del diablo» y «El laberinto del fauno», por el particular imaginario de un universo infantil de pesadilla.

Hasta los títulos de crédito iniciales son cien por cien Del Toro, ya que se superponen a unos dibujos macabros hechos por las niñas protagonistas, tras haber sobrevivido durante cinco años en el bosque comiendo cerezas.

El estudio psiquiátrico de su estado mental llevará al descubrimiento de una presencia paranormal, un ente representativo de un instinto maternal sobrehumano, que rivalizará con la madre adoptiva de las pequeñas, interpretada por la pujante Jessica Chastain.