Si se confirma el popular refrán «Año de nieves, año de bienes», Osasuna va a realizar una segunda vuelta de escándalo. Tajonar volvió a vestirse ayer con el blanco manto invernal, lo que impidió que la plantilla del primer equipo se ejercitase con normalidad y lo tuviese que hacer en el gimnasio, con todos los inconvenientes que ello supone para preparar un partido tan importante como es el de mañana en Son Moix.

En esta ocasión, los técnicos optaron por que los jugadores no saliesen al exterior ni entrenasen, como ocurrió la semana pasada, en uno de los nuevos campos de hierba artificial, pese a que los jardineros de las instalaciones rojillas tiraron de pala para quitar toda la nieve caída durante la noche y parte de la mañana.

El problema para los de Mendilibar es que, aunque la previsión meteorológica apunta a una situación más benévola, sí que se anuncian más lluvias, con lo que no parece que los campos vayan a tener un buen estado para afrontar hoy la última sesión preparatoria antes de viajar a tierras mallorquinas.

Sea como fuere, la plantilla se encuentra con la moral muy alta y dispuesta, como mínimo, a traerse algo del estadio de Son Moix, «porque sabemos lo que nos jugamos», confirmó «Gato» Silva, quien ya debutó unos minutos en la parte final del encuentro frente al Celta del pasado sábado. El chileno, que mostró buenas maneras en el rato que estuvo sobre el césped, recordó que «tuve fortuna de entrar cuando el partido ya estaba dentro de una determinada dinámica, salté al campo sabiendo bien lo que tenía que hacer», especificó el sudamericano.

Gato o tigre, pero con respeto

Su estreno en la Liga le granjeó buenas críticas de sus compañeros -«espero que lo sigan siendo», confió-, si bien el centrocampista tiene claro que deberá mejorar en algunos aspectos de su juego especialmente en la velocidad de ejecución. «La liga chilena es un poco más lenta, acá el ritmo es mucho más tenso. De hecho en los entrenamientos, al principio me costaba un poco, pero ahora me encuentro mucho mejor», dijo.

Pese al poco tiempo que estuvo en el verde, hasta Mendilibar tuvo palabras de elogio a la finalización del choque contra la escuadra celtiña. El técnico zaldibartarra habló más de tigre que de gato. «Me da igual que me llamen de un modo u otro, siempre y cuando se haga con respeto», indicó.

Silva, que admitió sentirse muy cómodo en el club y la ciudad, aseguró que hay jugadores de calidad en el puesto de pivote y que esperará su «oportunidad» para intentar ganarse un hueco en el once. «El otro día, el equipo hizo un gran partido», apostilló sobre el hecho de que cree que la escuadra navarra saldrá de la parte baja.