Cuatro veces le tuvo que ganar el Barcelona al Real Madrid, e incluso lo tuvo que remontar una vez, con un tiro de Lorbek sobre la bocina de la primera prórroga. Pero el partido llegó a un segundo tiempo extra, y el Barça remató una faena que mereció rematar antes. Ante Tomic, reivindicándose ante su exequipo y bien «alimentado» por Huertas, llevó al Barça a semifinales tras ganar por 108-111.

No fue Navarro quien dio primero para el Barça, sino Pete Mickeal. Ya que Pablo Laso dio entrada a Draper, Llull y Rudy Fernández en la línea exterior, el de Rock Island aprovechó su poderío físico cerca del aro. Asimismo, ni la defensa ni el ataque merengue tenía la solidez de otros días, tal vez presa de la ansiedad por ejercer el favoritismo. En ataque, los errores en el tiro libre y los airballs, lanzamientos que no tocaban ni aro -Rudy Fernández pagó el precio de su mano tocada-, estaban a la orden del día, y solo Mirotic daba la talla.

Las rotaciones y el leve descanso tras el primer cuarto hicieron efecto entre los madridistas. Eso, la entrada de Sergio Rodríguez y la aparición de Carroll, el Real Madrid se fue encontrando de a poco. El Barcelona vio que, de ganar 23-32, se ponía un punto abajo: 36-35.

Pero Laso erró al sentar a Suárez, de modo que Mickeal volvió a verse libre, y además Navarro empezó a dar señales de vida. Entre errores de unos y otros, más una canasta sobre la bocina de Draper, un duelo con más ritmo y calor sobre la pista que en las gradas llegaba al descanso con 46-49 para los blaugranas.

El drama va en aumento

El regreso del descanso trajo un guión muy parecido. El Real Madrid se adelantaba 51-49, pero los de Pascual respondían con un parcial de 0-10. Mickeal seguía siendo indescifrable para la defensa madridista, que veía además cómo el ritmo de su ataque se apelmazaba.

Pablo Laso volvió a contestar dando entrada a Sergio Rodríguez y la sangría se detuvo. Pero el ritmo era para los de Pascual, que cerca estuvieron de romper el partido. De hecho, aunque el partido entrara 60-64 al inicio del período final, el dominio absoluto del juego era culé.

La tensión aumentaba y el número de errores en tiros libres, también. El Barcelona estaba dejando escaparse vivo al Real Madrid, Un triple de Llull empataba a 73. El menorquín y Tomic se dieron un pulso para golpear el uno al otro. Al final, Llull erraba el tiro de la victoria y la primera eliminatoria, 77-77, se iba a la prórroga. La primera

Y en el tiempo extra, del 79-77 para los madridistas se pasó a un parcial de 0-8, con Tomic tomando el mando. Sergio Rodríguez volvió y con sus puntos, y dos tiros libres errados de Mickeal, los de Laso lo tuvieron en la mano. Y ahí emergió Lorbek para meter un tiro milagroso.

Y en la segunda prórroga, pese a los triples de Llull y la garra de Rudy Fernández, el Barcelona estaba tan crecido y tan lleno de orgullo, con Tomic como jefe, y un rebote clave de Sada, que ya no podía escapársele el duelo.