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Maite SOROA | msoroa@gara.net

¿Republicano?

El extremo centro mediático continuaba dedicando páginas y más páginas a la renuncia del Papa. Ayer, con motivo de su última eucaristía pública.

Servidora apenas pasó de los titulares, excepto en el caso de un artículo de César Vidal, en «La Razón». Titulaba su artículo «Abdicación», pero se refería a la del rey español. Comenzaba diciendo que los partidarios de que este abdique «han renovado sus esfuerzos en las últimas horas echando mano del reciente ejemplo proporcionado por Benedicto XVI». La renuncia de Ratzinger no le parece mal: «sólo tengo respeto hacia la decisión del que pronto volverá a ser sólo Joseph Ratzinger de la misma manera que lo manifesté en su día cuando Juan Pablo II decidió, de manera diametralmente opuesta, mantenerse aferrado al timón de la Iglesia católica, en una condición física dolorosísima». Y a continuación se declaraba republicano: «no recuerdo haber sido jamás monárquico y mis memorias de los siete u ocho años de edad me traen la imagen de un niño entusiasmado con la revolución americana», y aseguraba que tampoco ha sido nunca «juancarlista». Sin embargo, atención, «Pretender ahora la abdicación del rey -por mucho que se apele, de manera un tanto cursi, a la fragancia de los tulipanes o al aroma del incienso- es, como mínimo una necedad empapada de grave irresponsabilidad». Y daba su argumento en contra de la abdicación del Borbón: «Hace cinco o seis años, con la crisis sin estallar, pero con algunos problemas de envergadura apuntando en el horizonte, la abdicación del Rey podía haber sido incluso recomendable. Se habría retirado entonces con un historial positivo y un heredero preparado podría haber demostrado desde el principio su capacidad». Así que es republicano pero partidario de que siga la monarquía. El caso es que en la situación actual «La abdicación del rey provocaría un daño inmenso a la imagen de España -lo crea o no la gente, sigue siendo nuestro mejor embajador en el extranjero-, abriría una espita de cambios cuyo final solo conoce el Altísimo». El «Altísimo» y César Vidal, porque preveía la posibilidad de que «a un Frente Popular redivivo» le siga, «como le advirtieron los sindicatos europeos a Méndez y a Toxo, un golpe de los coroneles. Esperemos a ver si Dios quiere que todo se apacigüe». Si a sus siete años en vez de aferrarse a esa birria de entusiasmo republicano hubiera correteado más por la calle con sus amigos y amigas...

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