Crece la polémica en Israel en torno a la muerte del «prisionero X»
La polémica crece a medida que se filtran nuevos detalles sobre el misterioso «prisionero X», un judío australiano que trabajó para el Mossad y que fue encarcelado en Israel y hallado muerto en su celda de altísima seguridad en diciembre de 2011.
GARA | TEL AVIV
Avigdor Feldman, abogado de derechos humanos que visitó al prisionero la víspera en que fue hallado muerto, aseguró que a la radio militar que nada hace suponer que se suicidó.
La cadena de TV australiana ABC le ha identificado como Ben Zygier, un judío australiano de 34 años que fue hallado colgado en su celda de alta seguridad en la prisión de Ayalon, al sur de Tel Aviv, en diciembre de 2010. La cadena asegura que fue reclutado por el Mossad y viajó a países como Irán, Siria y Líbano con pasaporte australiano.
Feldman le visitó en la cárcel para darle consejos jurídicos antes de la apertura de un proceso judicial en su contra. «No soy sicólogo pero me pareció preciso y poco emotivo. Tenía un discurso racional y preguntaba por cuestiones jurídicas pertinentes sobre las cuales no puedo dar detalles», señaló el abogado.
«Que un hombre encarcelado en esa celda -el ala de la cárcel fue construida para albergar a Yigal Amir, el autor del atentado mortal contra Isaac Rabin-, bajo vigilancia ininterrumpida las 24 horas del día y con sensores para verificar las pulsaciones y el sudor del recluso, consiga colgarse da pie a todo tipo de teorías conspirativas», añadió.
El diario «Haaretz» da credibilidad a la hipótesis de que «alguien llevó a Zygier a la muerte, sicológicamente o incluso físicamente» en razón de la sensibilidad de las informaciones que manejaría el prisionero.
No falta quien airea la hipótesis de que sería un agente doble que habría sido descubierto. A todo ello se suma la censura impuesta, y hasta hace dos días aceptada, en la prensa israelí, y los continuados intentos del Gobierno y de las agencias secretas israelíes para impedir una investigación del caso.