Entre 10.000 a 45.000 kurdos, según la Prefectura y los organizadores, se manifestaron ayer en la ciudad francesa de Estrasburgo para reclamar la liberación del líder del PKK, Abdullah Oçalan, detenido en 15 de febrero de 1999 y actualmente encarcelado en Turquía, y exigir justicia por la ejecución de tres activistas el pasado 9 de enero en París, además de denunciar la operación conjunta llevada a cabo esta semana por las policías española y francesa contra el independentismo kurdo y pedir la liberación de los detenidos.

Los manifestantes, procedentes de varios países europeos, portaban pancartas que proclamaban «Kurdistán libre» y grandes retratos de Oçalan. Al frente de la marcha, decenas de mujeres vestidas con camisetas blancas que mostraban los retratos de las tres activistas ejecutadas y el lema «sin mujeres no hay paz».

«Estamos aquí para pedir justicia», dijo a AFP Mahmud Erol, de la Asociación Cultural de Mesopotamia. «Ya no confiamos en las autoridades francesas porque después de mes y medio después no conocemos todavía a los inductores, no sabemos nada».

Un turco de 30 años fue detenido por las muertes de París.