El Gobierno Municipal de Donostia ha denunciado la aparición de una pintada en el monolito en memoria de las personas presas en la cárcel de Ondarreta durante el franquismo, considerando que este ataque «supone un ataque a la memoria de estas personas».

El alcalde, Juan Karlos Izagirre, manifestó que este monolito fue colocado como un acto de «reconocimiento y justicia para todas aquellas personas que sufrieron represión, tortura o muerte a manos de los franquistas. Por ello, causa dolor que mediante una pintada se pretenda acallar su recuerdo».

El grupo municipal del PSE se sumó a la denuncia, afirmando que «es importante denunciar estos actos que suponen un ataque a la memoria histórica y demuestran una actitud intolerante».