Ninguno entre los aficionados rojiblancos que siguieron en directo aquel histórico encuentro olvidará el gol de Rocky Liceranzu en San Mamés a la Real. Era 29 de abril de 1984 y aquel testarazo significaba una Liga. Fue uno de tantos y tantos derbis entre bilbainos y donostiarras, entre vizcainos y guipuzcoanos, entre leones y potrillos vividos a cara de perro en La Catedral del fútbol. Hasta el día de hoy, en que se disputará el último, han sido 65 Athletic-Real Sociedad jugados en el casi centenario San Mamés, con un balance de 37 triunfos locales, 11 visitantes y 17 empates.

Pero más allá de las estadísticas hay historias, anécdotas, recuerdos, debuts y goles inolvidables como el de ese cabezazo de Liceranzu a la red de Luis Miguel Arkonada a once minutos del final. Un portero donostiarra que, precisamente, debutó en un derbi y en San Mamés, junto a otro grande de la historia realista, Roberto López Ufarte, aunque fuera en un encuentro sin puntos de por medio. Fue en 1975, en el torneo veraniego organizada por el Athletic. Los leones ganaron 3-1.

En San Mamés todo comenzó un 28 de abril de 1929, cuando el Athletic salió vencedor por 4-2 después de remontar los goles visitantes marcados por Cholín y Kiriki con dos tantos de Unamuno, otro de Juanín, de penalti, y uno más de Mandaluniz. Fue solo el comienzo de un dominio abrumador de los bilbainos durante los años 20 y 30 del pasado siglo, en los que los Gorostiza, Bata, Elices y compañía pasaban casi de manera sistemática por encima de sus vecinos, con marcadores de 6-1 en 1931 o 7-0 en 1935. En los años 50 los Iriondo, Venancio, Zarra y demás leones siguieron escribiendo la misma historia y para el recuerdo queda el 7-1 de la temporada 50-51, con cinco dianas de la segunda mejor cabeza de Europa tras Churchill.

La mejor racha del Athletic tuvo lugar entre las temporadas 1954-1955 y 1971-1972: durante 17 años, la Real no logró vencer en ninguna de sus doce visitas a San Mamés. Los guipuzcoanos tuvieron que esperar hasta las décadas de los 70 y 80 para resarcirse y sacar buenos resultados en muchas de sus visitas al Botxo, con los Zamora, Satrustegi y demás.

Como ejemplo de esas dinámicas dispares basten las dos mayores goleadas a favor de cada cual en La Catedral: el 7-0 de la temporada 1934-1935 materializado por Bata (3), Elices (2), Mandaluniz y Careaga, y el 1-4 de la campaña 1987-1988 que plasmaron Aiarza, para el Athletic, y Begiristain (2), Bakero y Loren, para los donostiarras. Sin embargo, el resultado más repetido en la historia de los derbis es el empate a un gol. Nada menos que 84 años cargados de derbis en San Mamés, algunos de los cuales han dejado su particular impronta.

El «tikotazo» de 2004

Momentos como la eliminatoria copera en los cuartos de final de la temporada 1974-75, donde tras un 3-1 en Atotxa, los entonces entrenados por Rafa Iriondo remontaron e igualaron en San Mamés y acabaron sacando el duelo en los penaltis. Esa misma campaña, el Athletic ganó 2-1 a los realistas, con dos tantos del pichichi Carlos Ruiz y evitó el descenso a Segunda División tras adelantarse Gaztelu en el marcador. Curiosamente, en junio de 2001 la Real se vería en similar tesitura, ganó 1-3 con dianas de Jankauskas, De Pedro e Idiakez de penalti, tres expulsados -Loren, Xabi Alonso y Óscar Vales- y siguió en Primera. Iba a ser el último triunfo blanquiazul en Bilbo hasta la fecha.

En 2002, un 2-1 daba la primera victoria bilbaina ante los suyos en una década y Toshack acababa expulsado; en 2004, un `tikotazo' decantaba la balanza para los locales; en 2005, el estreno liguero terminaba con un rotundo 3-0; en 2011, la Real regresaba tras el infierno de la Segunda y perdía 2-1...

No han sido muchas las satisfacciones de los donostiarras en sus visitas al rival bilbaino. Quizá las más recordada para ellos el contundente 1-4 que se llevaron en el viaje de vuelta los de Benjamin Toshack en la temporada 1984-85, con tantos de Loren, Bakero y dos de Txiki Begiristain. Tanta alegría como la que se llevaron al eliminar al Athletic, en la 86-87, y dejarles sin final copera, después de empatar a cero en Atotxa y Bakero sentenciar en La Catedral.

Lo dicho, 84 años de derbis que hoy ponen el bronce de oro. ¿Estará a la altura?