La comisión de Cultura y Euskara de las Juntas Generales de Bizkaia aprobó ayer sendas proposiciones no de norma de EH Bildu en las que se insta a la Diputación a ofrecer a los ciudadanos todos los servicios en euskara y a fomentar la lengua vasca en los «ámbitos informales de trabajo».

Las propuestas soberanistas toman como ejemplo la actuación de la Diputación de Gipuzkoa, y en la que, según recalcó la portavoz de Bildu, Irune Soto, «se está asumiendo el euskara como prioridad, tanto en el trabajo diario como en la comunicación de cara al exterior».

También se refrendó otra iniciativa del PSE para instar a la Diputación a poner en marcha «actuaciones para sensibilizar sobre el uso del euskara en las relaciones informales internas», facilitar «de forma progresiva» que todos los servicios se presten en euskara y «fomentar el uso del euskara en el trabajo interno de las instituciones». Todo ello, según la iniciativa, «de forma progresiva, en función de nuestra realidad sociolinguística y de los objetivos marcados».

Las propuestas de EH Bildu contaron con el respaldo del PNV y la oposición del PP, que estimó que no aportaban nada nuevo. El PSE se abstuvo por considerar que su iniciativa era «más completa». Soto reconoció el trabajo hecho a lo largo de los años por la Diputación vizcaina para extender el uso del euskara, pero recalcó que «todavía no se garantiza» que la totalidad de los servicios puedan ser prestados en esa lengua.

Zuriñe Argatxa (PNV) aseguró que la institución «garantiza» que los ciudadanos «puedan utilizar el euskara» en sus relaciones con la administración, pero recordó que finalmente es cada ciudadano el que elige la lengua que utiliza, que es algo que «no se puede imponer».

El representante del PP rechazó la propuesta por considerar que lo que pretendía EH Bildu en el fondo era «imponer» el uso de una lengua en el ámbito privado, lo que consideró un planteamiento «equivocado».

La iniciativa del PSE contó con el respaldo de todos los grupos a excepción de EH Bildu. El representante de este grupo, Asier Sanz, la rechazó porque, a su juicio, «muestra la tibieza de siempre: buenas intenciones, pero siempre ponen un pero». «Ya no estamos en el momento de las buenas intenciones, hay que aplicar las leyes», subrayó.

El juntero reprochó que la iniciativa no estaba hecha «desde la perspectiva de los euskaldunes», que «sufren una situación de discriminación absoluta en el día a día». Alexia Castelo (PSE) resaltó la «contradicción» que supone que EH Bildu rechace una proposición con un contenido similar a la que ellos habían defendido.