El Congreso Mundial de Móviles echa a andar bajo la protesta social
Las protestas en solidaridad con Marcos Andrés Armenteros, despedido por la multinacional Telefónica tras una baja por enfermedad laboral, se llevaron ayer hasta las puertas del Congreso Mundial de Móviles, que la compañía que preside César Alierta, celebra en Barcelona. A la huelga de hambre de 18 personas se sumó una concentración de los trabajadores que hicieron un paro. En Bilbo, ELA y LAB rechazaron la política de despidos de Telefónica.
B. ZALDUA-J. BASTERRA| BARCELONA
Barcelona inauguró ayer el Mobile World Congress, el evento de telefonía más importante del mundo y por el que se prevé que pasen 70.000 personas a lo largo de esta semana. Diversas reivindicaciones se citaron a sus puertas, entre las que destaca la lucha de los trabajadores de Telefónica por la readmisión de Marcos Andrés Armenteros, en huelga de hambre -por segunda vez en tres meses- desde el pasado sábado, junto a otros 18 sindicalistas, dos de ellos llegados desde Telefónica de Bilbo - Josu Balmaseda y José Garea, delegados sindicales de ESK-.
Mientras el presidente de Telefónica, César Alierta, auguraba un crecimiento del mercado de la telefonía móvil y pedía a las administraciones una flexibilización de la regulación -al considerar que están «exprimiendo a las operadoras»-, un centenar largo de trabajadores de su empresa se congregaban ante la puerta del congreso para visibilizar la huelga de hambre que desde el sábado mantienen 18 trabajadores dentro de la jornada de movilizaciones que realizaron ayer en Barcelona. Su reclamación: la readmisión de Marcos Andrés Armenteros, trabajador de Telefónica despedido cuando estaba de baja médica y que la empresa se niega a readmitir pese a que la justicia declaró improcedente la medida.
En Bilbo, delegados sindicales de ELA y LAB se concentraron ante Telefónica para reclamar que la operadora de telefonía termine con los despidos. «Nos solidarizamos con los compañeros de Telefónica de Barcelona y denunciamos todos los despidos de la multinacional que han sido por represión sindical, laboral y política», precisó Roberto Gorostizu, de LAB. Añadió que «vamos a seguir empujando lo que haga falta» para que «vuelva a la senda de buena relación y la negociación, no el amedrantamiento».
Irene Ullés, delegada de ELA en la empresa, dijo que están en contra de los despidos «por diferentes causas». Exigió a la compañía que «apueste por la cordura después de que los trabajadores conseguimos tantos beneficios y deje esas prácticas».
«Chorizada popular»
En Barcelona, por la mañana se celebró una chorizada popular y una «flashmob» ante la puerta del congreso, donde aprovecharon también para ofrecer una rueda de prensa a los pocos medios allí congregados y en la que han contado con el apoyo de diputados de la CUP, ICV-EUiA y PSC. En la comparecencia, el despedido, Marcos Andrés Armenteros, agradeció la solidaridad y el apoyo recibido.
Mencionó de forma especial a los empleados de Transport Metropolitans de Barcelona (TMB), que se unieron a la huelga, y señaló que su caso es un ejemplo de «todo el terreno que han perdido los trabajadores en los últimos años». Es por eso que subrayó que lo que están haciendo con esta huelga no es sino «recuperar dicho espacio». «Más allá de cuál sea el resultado, esto ya es una conquista», añadió.
En este sentido, el diputado Quim Arrufat, de CUP, manifestó que la «la lucha de Marcos es la punta de lanza para recuperar la dignidad» y ha agradecido todo su trabajo: «Marcos nos representa».
Por su parte, el diputado de ICV-EUiA David Companyon ha ensalzado la lucha de Marcos como «un símbolo de la lucha por la dignidad», mientras que desde el PSC, la diputada Alicia Romero insistió en la necesidad de reconquistar los «derechos laborales y sociales que están recortando cada día».
La que se realiza en este momento no es la primera huelga de hambre, ya que el pasado mes de noviembre mantuvieron también 23 días de ayuno.
Los 18 huelguistas de hambre, que acompañan al despedido Marcos Andrés Armenteros, y más de un centenar de trabajadores que realizó huelga en Barcelona protestaron a las puertas del congreso mundial. En Bilbo, la protesta la realizaron ELA y LAB ante la sede de Telefónica, para exigir el fin de los despidos.