Las Juntas Generales de Araba no quieren que Madrid prolongue la vida útil de Garoña hasta el año 2019. Por eso, ayer todos los grupos, a excepción del PP, reclamaron el cumplimiento de la orden ITC/178/2009. Un mandato, dictado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que fija el cierre de la central el próximo 6 de julio.

Andoni Calurano (PSE), que defendió la moción en el pleno ordinario, solicitó el desmantelamiento inmediato de la planta y criticó las declaraciones del ministro de Industria español, José Manuel Soria, que hace una semana se mostró dispuesto a mantener la central siempre que esta cumpla las condiciones de seguridad.

Desde las filas jeltzales, Andoni Erkiaga, criticó las palabras del ministro conservador y destacó que su formación solo contempla el cierre definitivo. «Qué quede claro que el PNV solo contempla el cierre inmediato de Garoña», subrayó.

Estas palabras coinciden con el discurso de Nerea Gálvez (EB) y de Lorena López de Lacalle (Bildu), que aprovechó su intervención para instar a la Diputación de Araba a exigir por escrito el desmantelamiento de la planta.

Santiago Abascal (PP) reiteró la posición pronuclear de su partido, y cargó contra el PSOE, al que responsabilizó de la posible prórroga de la central por no haber cerrado antes Garoña. «Ustedes dejaron la opción de mantenerla abierta», concluyó.