Maite SOROA | msoroa@gara.net
Habla claro sobre las cloacas del Estado
En esta lupa diaria estamos acostumbradas a leer opiniones sonrojantes y editoriales vergonzosos. Así está el nivel por el infraebro. Pero a veces también hay lugar para textos que se salen de la norma, como el escrito por Rafael García Rico en «Estrelladigital» sobre el caso del ultra Emilio Hellín, asesino de la joven Yolanda González e instructor de policías de todos los pelajes, también de ertzainas. Apunta García Rico que «Hellín nunca dejó las cloacas del estado. Es un hecho verificable. Ni siquiera cuando el siniestro juez Varón Cobos instruía el caso de Yolanda. Mató y matar le salió barato. No sé si esto es una sombra de la transición o si por el contrario es la luz que deja ver toda la porquería que entonces se acumuló y que desde entonces se esparce». No tiene pelos en la lengua, la verdad. Tras señalar que «en España la hipocresía y el cinismo son valores» reprocha a los mandatarios españoles que «aceptan que el asesino de una chica indefensa de 19 años sea asesor en criminalística del ministerio del Interior. Así funciona esto, si los malos son de los míos, los protejo; si son de los otros, me rasgo las vestiduras. Enhorabuena a todos, este es el país que hemos hecho.». Así les ha salido, sí, un desastre.
Pregunta García Rico «¿Qué hubiera pasado si hubieran contratado a uno de la Gürtel?» y responde que «todos se habrían echado encima. Si contratas para la Gurtel hay responsabilidad política, si contratas a un asesino deleznable, prófugo, y brutal, entonces pues ¡jopetas!, se nos coló, pero no volverá a pasar. Nos preocupa la tela, no la vida». Ha dado en el clavo.
Añade que «la responsabilidad política es algo que tiene que ver con la actitud moral que acompaña a los principios. Uno puede no tener la culpa, pero sí sentirse moralmente responsable. Menos en España», y concluye que «del PP no espero nada. Espero las confirmaciones para ver qué es lo que espero del PSOE. No ha habido crimen más terrible y atroz y con una trayectoria posterior más inmoral que el de Yolanda, a la que siguen disparando tantos años después. La rabia no me deja llorar. Y voy a seguir escribiendo sobre esto, que nadie lo dude». Pues servidora espera volver a traer lo que escriba a este txoko, porque es una auténtica rara avis.