Amparo LASHERAS Periodista
Un punto de partida hacia el porvenir
Dicen que treinta y siete años son un suspiro en el tiempo e incluso en la historia de la que hemos formado parte. Tal vez tengan razón. Los días se amontonan apresuradamente en la construcción del porvenir en el que, como escribió el preso político José Mari Olarra, somos «peones» en la gran responsabilidad de cimentarlo sobre las bases más sólidas de la independencia y el socialismo. Treinta y siete años, casi cuatro décadas desde aquel 3 de marzo del 76 en el que cinco obreros fueron asesinados en Gasteiz por defender los derechos de la clase trabajadora y, todavía hoy, el porvenir, que siempre es tenaz, continúa exigiendo mucho más que el recuerdo de unos nombres. Reivindica la claridad del porqué de una lucha necesaria que, como los trabajadores, también fue asesinada por los que defendían un devenir que solo interesaba al capitalismo. En estos años, los discursos del recuerdo han logrado detener el olvido. Hoy quizás ya no sea suficiente. El porvenir exige más y ese más lleva en sí la elección de un compromiso de lucha que recuerde y, al mismo tiempo, se sitúe en el qué hacer del presente. Desde hace semanas, en Gasteiz, los jueves se han convertido en la referencia de movilización de las empresas en conflicto. La iniciativa partió de los comités de las fábricas afectadas a la que se han unido algunos sindicatos, en una asamblea, Araba Borrokan, que, además de decidir nuevas iniciativas de lucha, trabajará por la adhesión de otros comités para hacer frente a los ataques de una reforma laboral que no tiene límites en la destrucción de derechos. El 3 de Marzo siempre se levantará como una referencia incuestionable y, en este tiempo, como un punto de partida hacia el porvenir.