La Diputación sigue sin asumir ningún compromiso para ayudar a Urduña
La supuesta vía de diálogo entre el Consistorio urduñarra y la Diputación vizcaina era un espejismo si nos atenemos a la valoración efectuada por el alcalde, Carlos Arranz, a la conclusión del encuentro que ayer mantuvo con el responsable de Presidencia, Unai Rementeria.
Agustín GOIKOETXEA | BILBO
Los mensajes lanzados desde el Gobierno foral vizcaino y el PNV a EH Bildu, sobre su supuesta voluntad política de abrir una vía de entendimiento para resolver la grave situación financiera del Ayuntamiento de Urduña, no se plasmaron ayer en un cambio de actitud hacia la enésima petición de ayuda por parte del Consistorio. La reunión que mantuvieron en el palacio foral el responsable de Presidencia, el jeltzale Unai Rementeria, y el alcalde, Carlos Arranz, no sirvió para buscar, o plantear siquiera, una salida.
El rostro del primer edil soberanista al abandonar la sede foral era fiel reflejo del resultado del encuentro. De las palabras conciliadoras pronunciadas el miércoles en la Casa de Juntas de Gernika y el jueves en Bilbo en la comisión monográfica en la que se trató del grave endeudamiento de Urduña no quedó nada. Rementeria, según desveló Arranz, se limitó a insistir en que el problema lo tiene la institución local y no la Diputación.
La reunión era la primera que mantenían ambos interlocutores y la séptima que solicita el alcalde para buscar un compromiso del Ejecutivo que preside José Luis Bilbao. Carlos Arranz no ocultó su decepción, aprovechando para criticar que no hubiese escuchado de boca del que se aventura en distintos mentideros como el próximo diputado general «un compromiso ni una respuesta clara».
Añadió que el responsable foral estima que «la pelota está en el tejado del Ayuntamiento», valoración que no comparte el alcalde, para quien hay «corresponsabilidad de la Diputación» al autorizar en su día a los anteriores gestores municipales -del PNV- un fuerte endeudamiento para afrontar inversiones.
«Seguiremos exigiendo que exista corresponsabilidad en la situación económica del municipio y buscando soluciones alternativas con la Diputación y con la entidades financieras», manifestó el primer edil urduñarra. De los agentes implicados, tan solo La Caixa ha mostrado su disposición a renegociar un préstamo -el de menor cuantía- mientras la institución foral y Kutxabank «se desinhiben». Fuentes soberanistas estiman que esa postura solo persigue «réditos políticos».
La solución que propone el Consistorio es reducir a la mitad la deuda de 5,6 millones de euros, desechando la vía de la norma foral 5/2012 de junio pasado ya que supone «subir el nivel de endeudamiento para pagar el gasto corriente».
Rementeria negó tal opción, como ya hicieron cuando les presentaron hace unos meses el plan económico-financiero, y añadió que la Diputación no se implicará hasta auditar las cuentas de 2012. Fuentes municipales consideran que así se pretende dilatar la resolución del problema y poner en aprietos al Gobierno de EH Bildu.
En los últimos meses, explicó Carlos Arranz, se han ido aplicando distintos recortes en el gasto corriente y ahora es el momento de adelgazar la deuda. «Los servicios que se prestan a los vecinos no pueden ser los paganos, ya no pueden soportan más recortes», enfatizó.
Una posibilidad era que la institución foral adquiriese el 49% de las acciones de la sociedad municipal Urduña Ederra -ahora dispone del 13,7% del accionariado, pero el «no» de Unai Rementeria fue «rotundo». El alcalde quiso aclarar que esa alternativa supondría «quitarse la mitad de la deuda, porque esa reducción del gasto sería suficiente para seguir adelante» y afrontar la amortización de los créditos suscritos.
Ante ese firme rechazo al plan municipal, el Consistorio urduñarra se muestra dispuesto a «cualquier otro tipo de medida» que implique la colaboración foral, que ahora se les niega. Su respuesta es que sea la Diputación vizcaina la que proponga otra vía y, a partir de ahí, el Ayuntamiento verá cómo se puede «amoldar».
El alcalde de Urduña no ocultó su decepción por la postura del diputado vizcaino de Presidencia, que dio un «no rotundo» a la compra de acciones de la sociedad municipal Urduña Ederra, tal y como lo propuso el Consistorio.
La Diputación no adoptará ninguna decisión, según precisó Rementeria, hasta que se auditen las cuentas municipales de 2012. Se considera que es una manera de retrasar su implicación en la búsqueda de una salida.