El Aviron y el Biarritz acabaron repartiéndose los puntos como buenos vecinos, aunque el resultado de ayer le favorece mucho más al conjunto local. Gracias al empate de ayer, se va a alejar un poco más de la zona de peligro, aunque las opciones de lograr el billete para jugar la próxima Heineken Cup ya casi se han esfumado.

Para el Biarritz el empate puede ser bueno, ya que lo ha hecho en Baiona, ante su eterno rival, y no perder en Jean Dauguer siempre está bien, aunque el resultado de ayer le complica todavía más el billete para jugar la próxima temporada la máxima competición europea.

Tal y como indica el marcador, el gran derbi no fue brillante aunque, si los pateadores de ambos equipos hubieran estado más acertados, se hubiesen podido lograr más puntos. El choque comenzó con dominio local y fue Potgieter quien pudo inaugurar el marcador, pero ayer no era su día y falló el primer lanzamiento a palos. Poco después, Yachvili tampoco quiso ser menos y falló el golpe de castigo, que le podía haber adelantado en el marcador al conjunto visitante. El choque se animó en los últimos minutos de la primera parte, cuando Potgieter anotó dos golpes seguidos, colocando el 6-0. Justo al borde del descanso, Yachvili acortó distancias. En la segunda parte, el juego no mejoró, fue a peor. Yachvili igualó la contienda y ya nadie más logró marcar. Los locales tuvieron más opciones, pero no acertaron y al final los dos equipos dejaron pasar los minutos, nadie quiso tomar riesgos. No perder ante el rival más cercano es muy importante y eso se pudo comprobar en Baiona.